“Mire ud. su currículum es impresionante, pero buscamos una persona mas joven para el puesto, por favor no se ofenda podría postular a otros empleos, con su experiencia, ud comprende…”

Ud comprende… ud comprende, que hay que comprender aquí, soy un numero mas de este perverso mecanismo social, que te envejece y discrimina pasado los cuarenta años, las tan mencionadas oportunidades son cada vez mas esquivas, como llevar dinero a casa.

Mi mejor traje, la corbata, el beso de mis hijos, el abrazo calido de mi esposa y mi mejor sonrisa, con esas armas fui a la entrevista y el respaldo que me da este currículum vitae.

Sigo estancado, las deudas y la angustia se apoderan de mi, no se si caminar y de pronto me detengo, mis lustrados zapatos, aprietan estos cansados pies, es que debo cuidar el paso, es que están tan gastados como el cuello de esta camisa made in china,
que de tanto lavado a comenzado a deshilacharse lentamente como yo, que envejezco cada día mas.

La ciudad sigue su marcha, debo pasar por la Catedral y esquivo el camino, no quiero ver a otros como yo, que llevan tal vez mucho tiempo intentando, a fuerza de voluntad y tesón, poder reinsertarse al sistema social, que nos patea el trasero cuando ya no hay tiempo para llorar.