Me provoca…

Me provoca decirte; te quiero mucho,
Aunque el mundo no tire para atrás.
Me provoca, secarme las heridas, subir las escaleras,
Detestar a lo más humano de mí y recordar
Que en un papel blanco, o azul o verde,
El mundo persiste.

Me provoca cantarte al oído
Y que no sea tan fácil olvidarte,
Y jamás entretenerse con farsas que invitan a invertirse más.
O seducirse por frases que solo entristezcan la materia.

Me provoca ataviarme,
Y reírme sin resignación,
Caminando tras el pasto verde
Subiendo por el riachuelo amarillo,
Tendiéndome en una calma que traiga temblores
Aspavientos y motivos.

Te propongo cambiar todos los días
Sin perder el matiz del fondo.

Te propongo, invadirte de sueños altos
Sueños cortos,
Sueños siempre sin cabos.

Te propongo a ti, que enrumbes esta mañana
Y si deseas, cambiar de rumbo.