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Hematófago

Sentí sus pasos tras mis pasos, ahí donde terminaba mi sombra y empezaba la suya. Tome la bolsa, abrí la ventana y salte. Un metro abajo corrí sobre el techo en declive. Empapado, la ropa se me pego al cuerpo y el uniforme verde se tiño de negro. Ya en el borde frene pero fue tarde y descendí hasta el vacío. Las gotas no me dejaban ver hacia donde iba y la lluvia parecía empujarme hasta abajo. Mi cuerpo pareció estallar contra la chapa y rodé lentamente hasta el borde. Estaba detenido, con medio cuerpo en el aire, cuando escuche su cuerpo impactar a metros de mí, con todo su peso y su furia, de pie. Agarrado con todas mis fuerzas del borde, me deje caer y antes de que mis brazos tiraran, me solté. Con debilidad me afirme, al fin al suelo y mire hacia todas partes. Mi vista se detuvo sobre un caño oxidado. Sin fuerzas lo tome, rompí el vidrio y abrí la puerta. Me desplome junto a ella y ya en el suelo, repte por dentro de la casa. Me estaba ahogando en mi propia saliva cuando alcance el baño, la única habitación que tenía traba y llegue a encerrarme, justo con el sobre mi. Hermética la puerta, se la llevo por delante y reboto en ella estrepitosamente. Abrí la canilla de la ducha y la bañera comenzó a llenarse, ya no me quedaban no balas. Entre risas di la voz de alto, mientras escuchaba como tomaba carrera y se reventaba contra la abertura, haciendo parecer que las cerraduras iban a estallar. Los tornillos, con la presión, cedían y volvían a su lugar. Levante la botamanga de mi pantalón guiado por el dolor, y descubrí que mis huesos traspasaban la carne y veían la luz por primera vez. Con la pierna sana me pare y vacíe el botiquín, desparramándolo todo. Nada, ni un maldito cuchillo para quitarse la vida. Cerré el mueble y vi mi reflejo en el espejo con nostalgia, mi dignidad estaba a un paso de ser quebrantada. Pero ¿Cómo? ¿Qué seria de mi alma? ¿Qué seria de mi cuerpo?... cuando suponía que debía defender a las personas, hasta yo estaba indefenso y ni siquiera podía defenderme. Cerré el puño con ira y partí el espejo de esa inmunda casa tomada, a las consecuencias que me habían obligado a llegar, a dejarme sin nada. Grite con tanta fuerza que mi garganta se expandió y sus huesos parecieron trabarse, me costo volver a tragar cerrar la boca. Los quería muertos. Me desplome sobre las baldosas, que juntos habíamos escogido y colocado, hace un par de años, en ese sucio piso que sin mi no era nada. Pero no, tenían que matarla. Y tan solo para quedarse con esta sucia casa, si no hubiera estado adentro en ese momento. Con saltos cortos, me tire en la bañera, cara a cara con el agua, exhalé todo el aire que tenia adentro y hundí mi cabeza esperando que terminara. Vi su cara nítida, luminosa, que me espanto y me obligo a incorporarme aterrorizado. Y ya estaba llorando cuando tiro la puerta. No era uno, eran tres. Mis ojos cayeron justo sobre la cadenita de mi hermana, que estaba en una de las manos del de la derecha. Me asuste cuando no dispararon. A esas alturas, de mis ojos brotaba sangre y mi cuerpo ya ni se movía. Entre parpadeo y parpadeo estaban un poco mas cerca. Uno me agarro de los pelos y me deshecho fuera de la bañera. Di unos pobres intentos de escape, acallados por sus patadas y me quede tieso al sentir uno de sus pies contra mi cráneo, comprimiéndolo. Cerré los ojos por dolor. A pesar que tiritaba de frío, sentí sus garras arrancándome el pantalón. Entonces se aburrieron de patearme y los enfermos comenzaron a excitarse. Escuche sus cierres y sus voces agitadas. Sentí sus dedos separándome las nalgas y una descomposición tal, que mordí mis labios hasta hacerlos sangrar. Poseído de ira, mi cuerpo dio un golpe hacia arriba, y con la cabeza ya suelta, me di un golpe seco, un cabezazo contra el suelo. El ruido de mi mente partirse en ese lugar por el cual tanto había luchado, debía darme felicidad, junto con la humedad fue lo ultimo que recuerdo, consolado de que al menos así, y que esa situación, iba a terminar empujándome para volver a verle.

Texto agregado el 26-01-2010, y leído por 125 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
30-03-2010 Sinceramente, parece que estuviera leyendo Casa Tomada II. vientotacito
26-01-2010 En líneas generales, el trabajo está mal cuidado. Abunda la incomprensión en las oraciones y los signos gráficos, simplemente te los comistes. Un único párrafo para un texto tan extenso sólo produce fatiga. Me masturbaré para ver si me despierto. Tu texto es silvestre y aburrido. No me gustó. Kodiak
 
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