| POEMA EDITADO ENMadrid, 28-12-09
 
 DEPRESIÓN AFECTIVA.
 La diosa de la muerte brilló frente a mis ojos.
 Aquel día, alucinaba con morir,
 con borrar el universo
 de las faltantes caricias del entorno.
 
 Soñé con el viaje eterno navegando a toda vela
 - sin miedo al naufragio -
 cuando llegué a tierra firme, luego de un largo camino
 hacia la nada, pensé en volar.
 
 Nunca nadie entendió a mi adolescente pendiente
 la belleza pura del amor de antes se fue tardando;
 en caída libre mil veces aterricé sin aliento,
 sin pasado y sin presente mis ojos fueron estela
 del retorno.
 
 La dulzura terminó por arrancarme la niña
 con un zarpazo de la vida, la muerte me ha silbado despacio,
 he nacido tantas veces…
 he reinventado el aguacero de mis versos
 con la razón que ha sido necesaria para
 el torrente del recuerdo.
 
 Ahora broté.
 Al perder el crepúsculo de tus besos he crecido,
 zarpé otra vez del barco sin destino
 la situación excelsa de tu vida  destrozó mis sueños
 que no añoraban más futuro que volar el cielo.
 
 Tus deseos improbables nunca más vinieron
 y aunque mi piel pecaba, con el verbo propio te amaba,
 nunca vimos juntos el despertar de los jadeos turbulentos
 y me quedé dormida otra vez, ahora a conciencia en retirada.
 
 
 Aquel día, comencé a morir a la orilla de tu cama
 aquel día tu terquedad  golpeó el más fino de mis labios,
 he muerto amigo, no lo sabes, he renunciado
 las llaves de mi vida hoy cuelgan de mi vientre alado.
 
 Amé tanto la frescura que brotaba del recuerdo
 tu imagen ida me traía los volantines,
 y bañaba mis noches con insomnios de tus besos
 añorando el momento de ser libre y tú en mi alas.
 
 Fui torpe de ti y torpe mi cuerpo,
 e insensato tu andar del camino de mis poros,
 de todo lo admitido a la luz de tus dudas
 rescato el tumulto de paz que me llevo.
 
 No eras tú, era yo… la que vagaba perdida
 en busca de una barca sin rumbo a la deriva
 me ha alumbrado un destello de sol reconciliado
 y en mis pechos intactos se quedan tus hallazgos.
 
 La rabia se ha dormido al son de la palabra…
 Sufría depresión afectiva por el trauma.
 
 Algún día caí al son de la impaciencia
 Mi pecado no es el tuyo, mi pecado ha sido
 el barco, la búsqueda del alma
 perdida en algún charco.
 
 En paz voy…..silenciosa, hoy,
 en la arrogancia de mis ahora íntimos deseos…
 
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