Ella había preparado un pequeño lugar para sus nuevas rosas, y había dejado la puerta entreabierta de su jardín para que él se escabullera a escondidas.

Su corazón palpitaba fuerte,y sus manos temblaban ligeramente por la emoción.
¡Había soñado tanto con ese momento!

El había despertado de su sueño, y pronto estaría junto a ella por siempre....

Pero él nunca llegó ante su puerta, ni nunca cruzó su jardín.
En ese momento ella supo con certeza cuán incrédula había sido, y cómo la mentira artera la había herido.

Entonces, tomó sus rosas recién nacidas entre sus manos hasta sentir las espinas hundidas en su carne.
El dolor se fué...,y Azhafir le dijo finalmente "Adiós".