Quizá el sentimiento más inesperado es aquel que florece con más fuerza, la fuerza con la que el amor se enfrenta al destino y sale perdiendo por goleada.

Destino al que sólo se enfrentan unos pocos por temor a caer. No sabemos hasta que punto creemos controlar la situación, la prepotencia de sentir que podemos con esa fuerza tan absoluta, y el sentido vicioso con el que retamos al corazón.
Valioso es el momento en el que te dejas llevar por el viento incontrolado de la vida, deseando recuperar lo perdido y haciéndolo tan prioritario como profundo .
Saber vencer la situación del desamor aunque suene en la radio una melancólica serenata de artificialidad quitándole importancia a lo que verdaderamente importa.
Continuar caminando aunque el recorrido sea tan tenebroso y nublado como la mente que de una vez ha sabido imponerse, corazón escondido trás esas nubes hasta que se reduzca el riesgo de tormenta.
¿Corazón o compasión?
¿Dónde te has metido?
¿Qué pretendes hacer ahora conmigo?
No pretendas que yo pague por tu error.