| Se queman  mis pasos y mis primaveras con el paso del tiempo, sobre mis caderas.
 
 Mueren en mí los sentimientos de melancolía al recordarte siempre dulce angelita  mía.
 
 Te perdí sin causa y sin razón y hoy mi llanto me inunda de  pasión.
 
 Al suspirar   traigo, en mi alma desfogada un dulce tango, para ti solemne amada.
 
 Trompetas de júbilo florecen,  abatidas por mis quejas, ahora  ellas perecen.
 
 Solo me queda decirte espíritu sagrado, que te amo más que al viento en el ocaso.
 
 Te recuerdo sin haberte visto y jugaste junto a mí por mil caminos.
 
 Eres mi hija,  hija de  sabiduría del amor  perpetuo de noches con bellas  sinfonías.
 
 Eres  más que las estrellas con sus chispas de oro, eres más que el universo en  toda su saciedad.
 
 Oh divino y hermoso ser de mis anhelos que me inspira a desafiar nuevos senderos.
 
 Cambiaste mi destino y mis lamentos, mi sollozar con el  fluido del viento.
 
 Mirándote más que antes oh mi excelsa caracola indomable es que eres mi pequeña soñadora.
 
 Sigo tu baile incansable y tu salto rimbombante aceleras a los grillos susurrantes.
 
 Nunca  hablo de ti a mis amantes porque eres  mi propia sangre desafiante.
 
 Viajas por mi cuerpo  sin parar cesante, y  yo encantada no me canso de extrañarte.
 
 Te  siento tan mía eterno regalo, que si alguien te observa se que no lo aguanto.
 
 En el cielo estás y de allí te escapaste, para estar conmigo un día de invierno e inmortal frio.
 
 Entraste  por la ventana como polvillo de sol y te adueñaste de este gran  tesoro que es mi corazón.
 
 Eres dueña de todo bella hija mía, que aun no te conozco ya me das alegría,  no sé quien fue ni  será tu padre, eso no importa para eso esta tu madre.
 
 Pero desde ahora yo te exclamo con alarde, que te espero ansiosa desde aquella tarde, que el cielo me mostró  a través de un sueño hermoso como seria tu rostro de ser adorable.
 
 Y yo  dormía con gran alegría,que la luna se ocultó en la lejanía.
 
 Te he buscado por todo el horizonte y hasta los ciervos están bajo mi orden.
 
 Los árboles se mueven cuando tú los miras, porque eres más divina que la vida misma.
 
 PARA SIEMPRE  KRUMA
 
 
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