Sobre yerros y errores



No conozco Ser tan sabio,
que no cometiese errores,
semejantes a los míos...,
y otros aún peores.
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Esto no me trae honores,
pero si me dignifica,
me parezco a esos Señores,
que la gente tanto admira,
son Técnicos y Doctores,
en diversas disciplinas.
En nada nos parecemos...,
solo en cometer errores.
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Es la condición humana,
que trasciende los valores,
y que a todos nos hermana:
Vivir, es cometer errores.
Y si no los reconoces,
se transforman en dolores.
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Cuando me sentí más recto,
justo, puro y muy derecho,
yo era un hombre perfecto,
profundamente dormido,
y descansando en mi lecho.
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Caramba!, que lindo sueño,
es el de no soñar nada,
sin sombras que te persigan,
y sin cometer errores,
Aunque nadie me lo diga,
son los momentos mejores,
el poder vivir la vida,
sin yerros y con amores.

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El error más garrafal,
capaz de ser cometido,
es querer sin ser querido,
y no lo puedas notar.
Ese fracaso fatal,
da lugar a la esperanza,
y la esperanza al final,
es la madre de los sueños.
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He querido ser perfecto,
más no lo he conseguido.
Errores he cometido,
y errores cometeré,
aunque no lo he querido,
no tampoco lo querré.
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Me encuentro comprometido,
en no volver a pifiar,
aunque sea bien dormido,
pero también sin soñar.
-
Porque dormido o despierto,
si sueñas, estás viviendo,
es decir, estás errando,
o errores arrastrando.
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Cuando tengas la certeza,
de no cometer errores,
es seguro que no vives...,
estás en cosas mejores.


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