Caminaba sin ver el espacio vacío, esperaba encontrar aquello perdido, sin cesar avanzaba en la noche sombría, pululada de estrellas lejanas, sentía en su ser como rabia y placer, todo había sucedido de pronto y en su mente solo estaba el asombro.

Recordó el encuentro fugaz, su mirada turbó sus sentidos, se dejó arrastrar por la atracción y corrieron un albur amoroso, se entregó con el alma y el cuerpo y las horas fueron campanas que tañieron gloriosas de dicha y volaron por nubes placenteras, con caricias y besos profundos.

Y luego la soledad, con el desencanto de sentir que ya había sido y que nada quedaba, y caminó en la nche oscura como buscando en la nada lo que apenas si había sido.