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25 de Mayo de 2005

El Soplido del Dios

El Dios sopla, y los vientos existenciales se desatan, arrastrándonos, haciéndonos arremolinar o directamente dejándonos a la deriva, a expensas de las fuerzas que marcarán nuestro destino.
Somos simples hojas secas, a merced de esos vientos y esas fuerzas.
El Ser Humano se cree dueño de su destino.
En algunos casos lo es, en la mayoría está equivocado.
Todos los seres vivos del Planeta, estamos transitando por dominios ajenos.
Vivimos de prestado, utilizando parte de la materia a la que podemos acceder.
Las funciones vitales implican la aspiración o la ingestión de fluidos y sólidos, en cantidades que superan muchas veces lo que realmente se utiliza en los procesos.
Los excedentes son devueltos al medio.
La vivienda, el confort, y hasta los aparatos de
última tecnología, representan solo una manipulación más afinada, de los materiales que la naturaleza nos brinda.
El descubrimiento y la inventiva, se han dedicado a la hipnotización y la ilusión óptica que son la génesis del Virtualismo.
El virtualismo es una creación exclusiva de la Mente Humana, y uno de los desvíos en el camino al cielo.
Un nuevo desvío, creado por algunos genios de la Informática.
Instrumento infalible en desorientar nuestra mente, y dispersar los buenos pensamientos.
Una sugerencia subliminal e inofensiva, que lleva a concentrar la atención en lo lúdico e intrascendente.
Nada más efectivo para hacer que las personas echen en el saco del olvido a la Fuente de la Virtud y el Amor, y opten por tomar un camino que no lleva a parte alguna.
No es bueno alejarse de la Fuente, y mucho peor olvidarse de ella.
Por cada triunfador en el Mundo Virtual, las Huestes Celestiales pierden un integrante.
El cultivo humano va siendo invadido por maleza, y el buen fruto se hace escaso y preciado.
Porque hoy para llegar a la Fuente, la Semilla debe luchar contra el engaño, la trampa, lo aparente, el virtualismo y la apatía.
Quien sortee esos escollos con éxito, realmente merece el Nirvana.
La Sabiduría, en lo que se refiere, a la salvación personal, consiste en aprender a reconocer lo trascendente, y diferenciarlo de lo intrascendente.
Eso se consigue poniéndose en lugar de la Entidad, antes de discernir.
Una pregunta podría ser crucial: ¿Qué le agradaría más a mi Padre?.
Porque el Ser Humano se deja llevar por la ilusión y el instinto.
Jamás se pregunta: ¿Cómo actuaría si me estuvieran mirando?.
O: ¿Y si mi vida transcurriera bajo la atenta mirada de un Jurado cuyos integrantes decidirán mi suerte?.
Como nuestra autorización se limita a las Ondas
Electromagnéticas y la Materia, es previsible que Seres superiores, dotados de autorizaciones más amplias, que abarcan las nuestras y otras que desconocemos, serán nuestros pretores, cumpliendo funciones asignadas por otros mayores.
La Jerarquía reina en el Universo.
De acuerdo a lo que el Hombre ha podido observar, a nivel Cósmico, manda la Masa: un aviso demoledor para el infinitesimal Ser Humano, que aunque pretenda grandes logros en el Espacio, por distraer su atención en competir con sus semejantes o tratar de someterlos, ha perdido sus mejores momentos para abordar el tren cósmico.
A la Especie se le está haciendo tarde para planificar su supervivencia a nivel superficial.
Los soberbios líderes humanos, respaldados por armas y ejércitos poderosos, carecen del Talento necesario como para vislumbrar las consecuencias a futuro de su actual negligencia.
No vamos a pretender que piensen en la entidad, ni que tengan nociones sobre la Hermandad Divina porque ellos se encuentran en dominios de los Ángeles Malvados.
El Hombre alardea de su triunfo sobre la Naturaleza, como si hubiera vencido en un combate.
El exquisito y delicado hábitat natural, ha sido derrotado.
El amable entorno planetario que brindara condiciones adecuadas para el establecimiento y la prosperidad de la Biomasa, irá, poco a poco, dejando su lugar a la deforestación, los desiertos y los campos artificiales.
En el proceso de transformación desaparecerán ecosistemas completos, marchando con ellos miles de Especies que limpiaban la carroña y la basura, mientras limitaban la propagación de insectos y alimañas.
Es fácil deducir que la basura, la inmundicia y los cementerios, avanzan a pasos agigantados sobre territorios útiles a la Especie, convirtiéndolos en jardines de la muerte, páramos que son criaderos de roedores, insectos y alimañas, o esteros de aguas podridas, generadores de bacterias y virus, y mosquitos que se ocuparán de inocularlos en todo bicho de sangre caliente que se cruce en su camino.
Como los Líderes no han planificado el futuro de la Especie, su final queda librado a las mismas condiciones que marcaron su aparición y prosperidad: el mantenimiento de las condiciones propicias para la vida, los acontecimientos fortuitos..., y el azar.
Sobre estas bases, es imposible predecir un porvenir venturoso para la biomasa planetaria.
El desafío humano y el avance de las civilizaciones, implica una agresión devastadora a la frágil Biosfera del planeta.
El Agujero de Ozono, la proliferación descontrolada del dióxido de carbono, la fuga al Espacio de las capas atmosféricas superiores y los gases raros, sumada a las lluvias ácidas, los escapes tóxicos de las industrias, y las erupciones volcánicas, evidentemente son desequilibrios atmosféricos graves.
Cuando los científicos están advirtiendo de la peligrosidad de seguir emitiendo gases que producen el efecto invernadero, como el dióxido de carbono y los clorofluorcarbonados, mientras los descerebrados líderes mundiales anuncian que no reducirán las emisiones porque las industrias dejarán de ganar, pierde la Especie Humana genéricamente
Las esperanzas de un futuro venturoso, se diluyen en esos mismos fluidos asesinos.
La incalificable persistencia en procedimientos industriales caducos que producen ganancias siderales a los inversores, es fruto de la escasez de recursos mentales y la ausencia de compromiso de quienes los autorizan.
Las resoluciones adoptadas a sabiendas de sus consecuencias a futuro, convierten a los líderes en despreciables verdugos de los futuros transeúntes de los territorios superficiales.
Actos que son sentencia, condena y castigo a integrantes de la biomasa planetaria que ocupará nuestros lugares.
Los actuales comandantes humanos, asumen toda la responsabilidad por la desaparición de la cadena de ADN de la Especie.
Con el avance de la Ciencia y la Inteligencia, auxiliadas por la Informática, a estas alturas debería estar en órbita una Ciudad.
Con laboratorios orientados a desarrollar el control de las reacciones Materia-Antimateria, futuro combustible de los Ingenios que lanzarán a los últimos representantes de la Humanidad, a un póstumo viaje para la salvación de los Genes, cuyo destino final será la Incertidumbre.
Nadie es conciente de que a medida que pasa el tiempo, la extinción humana se hace más probable por la sumatoria de errores e irreverencias, y el acercamiento irremediable a un cataclismo cósmico.
Además el altanero y soberbio Ser Humano, se va ganando día a día con sus números en rojo, el derecho a borrón y cuenta nueva.
Con la atmósfera empobrecida, las tierras agotadas, y las aguas potables cada vez más escasas, el final del camino puede estar a la vuelta de la esquina.
Si tenemos una buena Nave en órbita, podemos poner a los niños y los jóvenes en manos de una tripulación adulta calificada, para que se alejen de la tragedia, en un viaje a la Esperanza, si nos asiste la Entidad, o a la incertidumbre si quedamos sin el vínculo primordial.
Mientras los Comandantes humanos de las naciones y los Líderes terroristas juegan a la guerra y distraen el precioso tiempo de la Especie en planificar ataques, contraataques, atentados y represalias invasiones preventivas, atentados suicidas y bombardeos tácticos, los Astros y los Cuerpos Celestes errantes, tienen citas inevitables.
En una de esas citas, se jugará la suerte de la Biomasa planetaria, y en ese evento marcharán los buenos y los malos.
La ignorancia trascendental es tan profunda que ya a nadie le interesa el final, pues hay cosas más importantes en qué pensar.
Tal irreverencia aleja el perdón y la asistencia para la salvación, algo tan fácil de obtener del Dios con solo reconocerlo.
Pero como de buenos y malos está hecho el mundo, seguramente el buen Dios dejará que la Semilla siga su camino.
Si predomina la buena, El será reconocido.
Si lo hace la mala, se devorará a si misma y desaparecerá.
Hoy estamos a tiempo de recapacitar, y volcar nuestros esfuerzos a una aplicación coordinada.
Si en lugar de restar y frenar, sumamos los esfuerzos de todos, la sumatoria nos puede dar un gran poder de inventiva y concreción.
Cuanto más grande es un emprendimiento, mayores son los equipos de diseño, planificación y ejecución.
El proyecto de un Ingenio que alojará a la flor y nata de la Semilla Humana, sería la más noble de las realizaciones de la Especie.
Las diferentes Civilizaciones, Imperios y Grupos de Naciones en que está dividida la Humanidad, compiten continuamente por el liderazgo tecnológico, científico y económico.
La salvación del ADN se resuelve con una suma, no con divisiones ni restas, por eso resulta casi una quimera el ser optimista.
Es imposible imaginarse a Bush, Putin, Blair y Chirac, jugando a la rueda – rueda con Bin Laden, El Líder Chechenio, el Presidente Chino, Abimael Guzmán y Fidel Castro.
Aunque hay muchos líderes, ninguno es tan poderoso como para erigirse en la figura central de un Consenso General.
La construcción de uno o varios ingenios espaciales para viajes de largo aliento, con fines de descubrimiento y colonización de nuevos hábitats para la Especie, requeriría de inversiones sin retorno, que se perderían en el Cosmos.
Ninguno de los Bancos Internacionales, ni de las Instituciones Financieras, ni de los Inversores anónimos del mundo, se interesaría en proyectos para la salvación de los Genes Humanos, porque todos actúan por lucro.
El Ser Humano desaparecerá por la degradación del Hábitat Planetario, mientras alimenta su voracidad financiera e intenta cumplir sus ambiciones.
El listo y avispado Ser Humano, distraído en competencias inconducentes y tratando de demostrar que es más poderoso e inteligente que sus congéneres, ha olvidado que es un insignificante integrante de una Especie que habita en la superficie de un insignificante planeta, perteneciente al sistema planetario de una insignificante estrella que es parte de una Gran Galaxia que contiene cientos de miles de millones semejantes, integrante de un Universo, conformado por centenares de miles de millones de Galaxias.
Algunas personas sienten que por estas al mando de multitudes y poblaciones, son poderosas y superiores a sus súbditos.
Deliran: sólo están haciendo uso de una concesión.
Fueron autorizados a administrar y dirigir un Estado, asumiendo una autoridad que siempre es transitoria y efímera.
El verdadero Poder es eterno, y no puede ser asumido por Seres efímeros.
Por reinar la jerarquía en el Cosmos, el Ser Humano predomina por autorizaciones que llamamos Facultades.
Las autorizaciones las concede como atributos que son Dones, pues pueden ser usados como medios de defensa, inventiva, concreción del pensamiento..., o sometimiento y agresión.
El predominio Humano no es casual.
Es un avance planificado sobre el medio y las demás Criaturas, con el apoyo logístico del lenguaje al principio, la escritura, la tecnología, y la ciencia como observación, investigación, experimentación y síntesis.
Estos pasos, que constituyen el procedimiento científico, aplicable a todas las acciones humanas,
son la base del perfeccionamiento y la mejora de la gestión.
Los animales que actúan por Instinto, no pueden triunfar contra la planificación, la premeditación, la trampa y las armas letales.
La tecnología, como hija de la ciencia, provee los instrumentos necesarios para llevar a cabo la idea y el diseño previo.
El Hombre no improvisa: actúa obedeciendo a una planificación previa.
Esta premeditación lo torna casi infalible en la consecución de sus metas, y cuando golpea, lo hace con la contundencia de un Ángel.
La hipnosis colectiva que afecta a las Sociedades Humanas, es inducida por interesados señores que obtienen utilidades de la obnubilación mental de la Especie.
Han ocultado a la Divinidad con el entramado del teatro artificial, mientras los pensamientos se desvían hacia lo lúdico, lo virtual y lo intrascendente.
Hablar de Dios, es enfrentarse a la burla y el escarnio, y la urgencia del ritmo de vida, no nos permite detenernos a pensar en nuestro Dueño, y mucho menos agradecerle por otorgarnos la maravillosa oportunidad de integrar la biomasa planetaria con Facultades exclusivas que nos permiten vislumbrar, detrás de la avasallante Creación, la imponente presencia del Amo del recinto.
Despojado de abrigo y tecnología, desnudo en un medio agreste, el altivo y soberbio Ser Humano es uno de los más desvalidos e indefensos de los seres vivientes.
No es cierto?

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Texto agregado el 06-03-2010, y leído por 85 visitantes. (0 votos)


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