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EL CASTIGO

La pasada noche le habían azotado al ser descubierto dando tumbos por el camino, en los alrededores de la casa de los blancos. Aquel día había conseguido una botella de aguardiente y bebió y bebió hasta la saciedad. No podía soportarlo más. El trabajo en la plantación era insoportable y su único aliciente era recordar su vida en Africa, con su familia, sus fiestas, sus cánticos…. A los esclavos no les estaba permitido hablar en su propia lengua y aún no habían aprendido la lengua del patrón, así que para evitar ser castigados se comunicaban a través de vocablos que sonaban como el inglés pero con importantes variaciones en el significado de las palabras. Intentaban divertirse mientras trabajaban hablando de esta forma, pero sus risas no gustaron al patrón. Fue entonces cuando les prohibieron hablar mientras trabajaban.

Eran las tres de la mañana cuando terminaron de azotarle. Su cuerpo se deslizó por el tronco del sauce hasta caer en el fango. Después de permanecer allí tendido durante más de dos horas, consiguió levantarse y llegar hasta el jergón de su cabaña. La espalda le ardía y se quejaba cada vez más fuerte. Y para no pensar en el dolor empezó a cantar la nana que le susurraba su madre cuando era un bebé para que se durmiese. A la mañana siguiente no podía quitarse la música de la cabeza. Empezó tarareando tímidamente, pero su compañero le siguió (era una nana muy conocida en su país) y pronto se sumaron algunos más. Comenzó a ponerle letra…el patrón le miró desafiante y él comenzó a cantar en aquel idioma inventado que sonaba como el inglés. Cantaba cosas sin sentido, simples, en apariencia, el patrón nada podía reprocharles. Entonaba una frase y los demás la repetían. No obstante, la frase sí tenía sentido para ellos, ya que habían variado sustancialmente el significado de las palabras: “mi madre no me quiere” “ella piensa que soy malo…”

El patrón dejó caer el cigarro al suelo y lo pisó.
-“Basta ya! les mandaré callar”.
Su esposa, que tenía un temperamento más templado le calmó.
-“ No lo hagas, tienen hermosas voces y no hacen mal a nadie. Además así trabajan mejor. “
Era cierto.

Texto agregado el 24-06-2004, y leído por 134 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
05-07-2004 Este es el texto que más me ha gustado de cuantos tienes. Un lenguaje sencillo, una revolución callada. Una nana como himno, que el patrón no entiende, pero que le hace ruido en los oídos y le molesta no entender, que le miren desafiantes, que aprovechen hasta mínimo permiso para aferrarse a esa bocanada de libertad. Un beso y muy bien. Tal vez no sea objetivo, aunque yo creo que........si, si que soy objetivo onanista_por_palabras
 
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