TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / Ragnarok_Os / El Vecino

[C:448472]

1 de junio de 200…
Allí desperté, rodeado por el aura matutina, colocado en posición fetal, ensimismado masticando mi propia melancolía, mirando por la ventana los infinitos diamantes de la lluvia que se impactaban en el tajado. Ayer estaba igual que hoy y, antier igual que el día antes del antier. Dos semanas de lluvia habían transformado las calles en arroyos, las avenidas en ríos y las casas en estanques. Porque en mi ciudad estamos acostumbrados a los embates titánicos de las lluvias sin fin, donde nunca falta una persona que diga: “Mira que esta lluvia parece no tener fin”. Somos anfibios, acostumbrados a la humedad.
Desayuné solo.
Salí a trabajar.
Regresé de trabajar y me dejé caer en el sillón. Sentía un vació en la vida, algo que me hacía sentir nada más que la melancolía que me sobrecogía cariñosa. Así me mantuve durante horas, después alguien llamó a la puerta.
Al abrir la puerta miré a un niño, Miguel, hijo de los vecinos.
-¡Hola! –dijo entrando a mi apartamento, dejando su abrigo en la percha y sentándose en un sillón.
-¿Qué quieres? –dije con desdén.
-Hablar. –dijo el infante sin cambiar su actitud. Siempre pasivo.
-No quiero hablar.
-No es qué no quieras, es que aún no sabes de qué hablar, por eso no hablas, por temor a no saber qué contestar y terminar como un tonto ante un niño de 9 años. –dijo mirando por la ventana oval. Genial, ahora tenía que soportar a un niño genio, pedante y además se estaba comiendo las manzanas que había traído.
-Largo niño. Deja mis manzanas, ve con tu madre para que te compre algunas, yo trabajé para obtener dinero y comprarlas. –balbuceó otras cosas, tratando de apelar a mi lado bueno. –No está, ¿Verdad? –pregunté cerrando la puerta.
-¿Quién? –dijo el mirándome con ceño.
-Tu madre. Otra vez salió con otro tipo –me acerqué a la mesa y tomé asiento.
-Sí. –su voz se quebró –En ocasiones siento que no me ama.
-Que lástima niño, el mundo no es perfecto. No lo puedes tener todo. Tienes amor, te falta inteligencia; en ocasiones puede poseer ambas pero hay algo que siempre te falta.
-¿Crees que esos vacíos se crean por falta de otras personas?, quiero decir, que otras personas nos complementan.
-No, niño, no. No se trata de los demás, siempre es uno, los demás solamente sirven para poder vivir, para obtener servicios; un ejemplo son los electricistas, ellos hacen sus trabajos porque tú no sabes hacerlo. Es así como funciona la humanidad. Ahora largo.
No se movía para nada, ni siquiera parecía respirar.
-Entonces por qué mi madre busca algo en otros hombres –preguntó centrando su mirada en el piso.
-Porque ella necesita contacto con otras personas.
No se movía. Diablos, por qué no se va.
-Las personas necesitan de otras personas, creo. Ella debe de ser de ese tipo. El otro tipo de personas son como yo…
-¿Narcisistas? –dijo ahora jugando con la manzana.
-No soy narcisista. Eso crees que soy.
-En una etapa de la vida somos narcisistas, pero algunos no logran superar ese estado.
-Niño, vete, quiero descansar, no he dormido en un día entero, me arden los ojos, pero bienes tú a hablarme que estás deprimido. Niño, vete, honestamente no me interesa. Vete.
-¿Por qué no te interesa? –Ahora su rostro radiaba una mirada inquisitoria.
-No eres un familiar, no eres mi amigo. Eres un niño que apenas conozco y con el cual apenas he hablado tres o cuatro veces durante tres años. ¿Crees que debería interesarme?
-Pero Dios dice que debemos amar a los demás, conocidos o extraños.
-Bien, ¡Dios dice eso, pues ve con él para que te consuele!
-No sé donde vive.
-Ah, mira niño, por favor, vete. Ve a buscar a tu Dios.
-Y si tardo demasiado, si no se encuentra en este mundo, si está en otro planeta, o en otra galaxia, incluso en otro universo.
-Entonces como ama si se encuentra en otras cosas.
-Se ama sin estar próximo al ser amado.
-Bien, como tú quieras. Ahora tu madre te ama a distancia.
-Pero no lo demuestra.
-¿No lo muestra?; qué más quieres, te ama, eso debe ser suficiente.
-Lo es para ti.
-Me da igual.
-¿Por qué te da igual?
-No lo sé.
-Por…
-Largo.
-Mamá se fue sin cocinar, no hay nada qué comer en casa.
-Mira, eres genio, yo creía que los genios eran autosuficientes.
-Pues no.
-Cuantas veces necesitas que te corra.
-No me has dado una respuesta satisfactoria.
-Pues pocas cosas lo son en la vida.
Guardó silencio.
-Esa si es una respuesta satisfactoria.
Se fue. Azotando la puerta.

Texto agregado el 04-04-2010, y leído por 175 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
14-04-2010 una gran leccion como desiderata siempre habra mas grandes y mas pequeños rocxy
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]