“Las espinas de la rosa”
-Mano izquierda, mano derecha-
III
-Los días subsecuentes de esa semana, la atmosfera parecía estar llena de algo sombrío. Ya que todas las implicadas tratábamos de evitarnos a como diera lugar, como si el solo mirarnos nos fuese a hacer mal. Pasando solo el tiempo realizando, los preparativos para el convivio de Halloween que seria el viernes treinta y uno de octubre. Solo faltaba una semana para ello así que las apuradas integrantes del comité –incluida-tratamos de hacer lo mejor que pudiéramos.
Ivonne coordinaba junto con Brenda la mayoría de las cosas como la asignación de las tareas a los grupos después del evento y cosas por el estilo, me sentía con envidia, pero a Ivonne le iba muy bien esto.
El viernes de esa semana regresábamos a los dormitorios después de pasar a la biblioteca donde Franchesca estaba con Lei y Alejandra. Las cinco fuimos a pasear por la escuela mientras veíamos como la luz del sol gradualmente se apagaba en un hermoso atardecer dejando respirar un cierto aire helado que nos decía que dentro de unas semanas la nueva estación entraría. Algunos de los arboles se habían deshecho de su follaje quedándose con algunas hojas en sus ramas. El crujir de las hojas bajo nuestros zapatos era divertido escucharlo.
-El ambiente en el comité esta un poco raro Natalia, ¿no lo crees?-dijo Ivonne mientras caminábamos.
Yo tenía mi brazo enredado en el brazo de Franchesca que me miro extrañada después de la pregunta de la chica de cabello rizado y anteojos. Era evidente que se había dado cuenta, es decir, me hubiera parecido extraordinario que ninguna de las chicas que integran el comité se hubiera dado cuenta. La razón podían ser varias, pero bajo el tono que marcaba Ivonne solo podía referirse a lo que pasaba entre Judith, Mónica y yo, además de Irais y de Brenda que posiblemente habían tomado partido en el problema.
-Si, ha estado algo extraño-respondí.
Caminado por la entrada de la escuela vimos desde lejos como Judith y Brenda salían por la entrada de la escuela. Me pareció que el cabello de la pelirroja al momento en que la luz incidía sobre el se teñía mas de su color dándole una cierta de una chica frágil y hermosa ya que en verdad no tenia un defecto el único desencanto que tenia era su actitud de querer controlar lo que Mónica hacia.
Esto me trajo a colación que después de que ella me hablara momentos antes de que Ivonne y yo fuéramos al comité ya no se habían presentado mas ocasiones de esta. Ahora era normal, aunque quisiera decir que seria normal desde un punto en el que pudiéramos ser amigas, empero no sucedería esto.
Ver a Judith me había traído los recuerdos de ese lunes después de clases, sentía que a ella tampoco le había gustado usar ese tipo de artimañas conmigo, lo cual me había molestado un poco. A pesar de eso se disculpo apropiadamente al día siguiente pero la atmósfera que Ivonne era cierta, ya que parecía que ambas esperaban a que yo me decidiera de una vez.
Todas pasamos cenar a la cafetería cuando la hora se acercaba y fuimos a dormir. Franchesca se quedo adormir en la cama de Lei, mientras esta última durmió en la mía conmigo. A veces esto m agradaba ya que el olor a Lei era distinto a cualquiera que hubiera percibido.
La mañana del fin del sábado llego y como lo había prometido a Lei quien parecía una niña pequeña la salida con todas se hacía realidad después de que tomáramos el desayuno en la cafetería. Vanesa no quería ir, sin embargo con la manipulación de Ivonne que a veces era buena-y que conste jamás permitiría que se usara para cosas que en verdad son serias- logro que Vanesa asistiera. Franchesca había pedido que su chofer nos llevara y esperando a que la camioneta negra enorme se estacionara en la salida para que entráramos en ella y se echara a andar para que llegáramos al zoológico.
Salimos y como en las citas que había tenido con Judith, el panorama de la gente que estaba era impresionante, solo que ahora éramos mas personas.
Entramos al zoológico y caminando por varios lugares recorrimos todos los lugares, curioseando y leyendo las placas que estaban fuera de las jaulas. Ivonne quiso tomarle foto a todo, era algo gracioso ya que era la primera vez que las veía totalmente alegres, y no era que en otras ocasiones no hubiera pasado esto pero era algo sorprendente.
Después de caminar y observar, fuimos a los puestos de comida. Todas tomamos asiento y viendo que era lo que ordenaríamos y también la distribución que tendríamos que pagar para que fuera equitativo. Al final Ivonne y Alejandra fueron las elegidas para traer la comida, mientras que Franchesca y yo nos moríamos por ir a los tocadores.
Caminamos entre la gente una al lado de la otra. Ella me miro y yo a ella, sentí que por la mirada de sus ojos cafés que ella me quería decir algo, pero no se atrevía, así que abrí la conversación.
-¿Esta divertido? ¿No lo crees?
-Si, tienes razón, no me había podido divertir así desde hacia mucho y no es que me la pase en los libros ni nada por el estilo, solo que a veces me gusta estar sola.
-Si, te comprendo, algunas ocasiones es mejor estar sola y pensar…………….si, eso es.
-¿Qué te pasa? De repente te desanimaste-dijo lentificando sus pasos un poco.
-¿quieres preguntarme algo?, siento que es así, y si es verdad, pregunta, no voy a comerte-reí un poco para que la confianza en ella se asentara.
-Sinceramente si quería preguntarte algo. Tal vez no quieras platicar de esto porque siento que cuando tocan el tema indirectamente te molestas, tal vez no sea consiente, pero tenia curiosidad.
-Tu dirás- respondí seriamente mientras nos sentamos en una banca vacía.
-Pues, se que las ultima semanas te han pasado muchas cosas, como las situaciones con Mónica y con Judith y esas cosas…. Lo que quiero preguntarte, y no necesitas decirme nada si no quieres, es ¿eres lesbiana o solo es algo pasajero por el ambiente en el que estas ahora? No es que sea homofóbica ni nada por el estilo, pero me preguntaba si en verdad estas enamorada de alguna de la dos.
La pregunta me había sentado como un balde de agua fría, nadie lo había cuestionado antes a pesar de las circunstancias que se habían desarrollado con Mónica y Judith. Trague saliva para pasar el nudo que tenia en la garganta. Podía responder cualquier cosa o no hacerlo, lo que no debía de hace era enojarme por una pregunta que era obvia hacer y que yo debía de hacerla si en verdad quería aclara mis sentimientos respecto a alguna de las dos. Tampoco hacerme la desentendida como si Franchesca no hubiera preguntado nada ya que lo había hecho de una forma sutil y nada agresiva.
-¿que te parece que soy?
-La verdad…..a mi no me importa que sea lo que seas, serás siendo mi amiga pase lo que pase y no quisiera que la pregunta te ofendiera y supongo que las demás también te apoyan por eso n dejan que estés sola Natalia. Además te contare un secreto-Franchesca se acerco a mi oído y con una voz delicada me hablo provocando un cosquilleo-yo soy lesbiana. Eres la primera persona a la cual se lo digo, quería hacerlo hasta estar segura de lo que sentía por cierta persona que. Te diría quien es, pero quiero que lo sepas por tus propios medios. Además te pido que no se lo digas a nadie, no por vergüenza, si no mas bien porque quiero tener el valor para declararme a esa persona.
La sorpresa me había invadido, jamás había sospechado que Franchesca me lo diría, no es que me enojara saberlo, la verdad me era un privilegio que ella confiara demasiado en mí como para contármelo. Se lo prometí y echamos a andar a los tocadores que era la razón por la cual habíamos abandonado a las otras. Caminamos después de salir de los tocadores, pero parecía que la sorpresa no me iba a dejar ese día, ya que la voz familiar de una persona me atrajo.
-¡Natalia!
Franchesca y yo nos volvimos al grito. La figura de la chica morena con el bastón que se aproximaba cojeando hasta donde estábamos nosotras detenidas ante su llamado. La reconocí al instante y la salude apenas estaba aun metro de distancia de nosotras.
-Hola, ¿Qué haces aquí?, esta bien fue una pregunta idiota. Es una sorpresa encontrarte aquí ¿no lo crees?-dijo dándome un beso en la mejilla.
-Si, así me parece. Te presento a mi compañera Franchesca Camacho. Ella es Barenca… es la prima de Mónica.
Ambas se saludaron después de esa presentación.
-¿Primas? Es interesante-dijo Franchesca.
-¿Interesante?, ¿porque lo dices?-pregunto Barenca apoyándose en su muleta.
-Por nada, olvídalo.
-¿Vinieron solas?-preguntó dirigiéndose a mi.
-Oh no, vinimos con unas amigas, en si nos están esperando ahora. ¿Esta Mónica aquí?
-No, ella salió con sus padres su hermana, yo vine con unos amigos de la universidad y me tengo que ir. Fue un placer encontrarte Natalia. Te ves bien, ya veo porque le gustas tanto….
-¿disculpa?
-Olvídalo, nos vemos. Fue un gusto conocerte Franchesca.
-Si, igualmente.
Después la chica se retiro caminando alternando la pierna izquierda y la derecha junto al bastón para desaparecer entre la gente. Franchesca y yo nos miramos y nos reímos de esa circunstancia. Lo primero que pensé al ver a la prima de Mónica ahí era que posiblemente la encontraría, pero parecía ser que eso estaba muy lejos de la realidad.
Caminamos de regreso donde todas ya nos estaban esperando. Preguntándonos porque nos retrasamos, la excusa de Franchesca a esto fue que había mucha gente. Trate de mirar a Franchesca el resto de la salida para ver si la chica a la que se refería estaba entre la presente, sin embargo me sorprendió que no se delatara en ninguna forma. Era como si lo hubiera preparado todo, mostrando una faceta idéntica a la de Ivonne.
Estaba pensando en que podía pasar si Franchesca estuviera con alguna de nosotras. En primer lugar, no podía estar con Vanesa ya que Franchesca era mas sensible y sobretodo era algo especial para tratar a la gente, mientras que Vanesa era lo contario. Por otro lado si la elegida era Lei……me parecía que eso no funcionaria ya que si me ponía en los zapatos de Franchesca Lei era muy dulce para ella a tal grado de estar todo el día con ella, además de que no me constaba que Leilani tuviera los mismos gustos. Alejandra……la había encontrado con Mónica en el baño besándose, pero por los comentarios de Ivonne-como siempre molestando a la gente- parecía que le llamaban la atención los hombres ya que tenía sentimientos encontrados por el hermano de Ivonne. Y la ultima era Ivonne, pero esto me saco una risa apenas lo pensé mientras sorbía un poco de refresco con ayuda de la pajilla ya que las dos eran tan iguales y tan competitivas que me era imposible imaginar algo entre ellas, así que la respuesta era que la chica a la que se refería Franchesca no se encontraba ahí.
-¿Te pasa algo?-pregunto Franchesca.
-No, no me pasa nada, solo estoy pensando algo muy loco, no me hagas caso.
Después de comer caminamos a los lugres que nos había faltado visitar, una de ellas fue el serpentario. Al termino de nuestra visita al zoológico, salimos d el y entramos en la camioneta negra para que se nos llevara de regreso a la escuela. Al llegar había un auto familiar estacionado. Recargado en la puerta del copiloto, fumando un cigarro se encontraba mi hermano Arturo quien nos miro apenas al camioneta se acercaba. La camioneta de Franchesca se detuvo y descendimos no sin antes despedirnos de ella quien antes de que partiera me dijo que le había dado mucho gusto el haber platicado conmigo y me pidió no dijera nada a nadie pero que pensara en lo que me había dicho.
Apenas baje corrí hacia Arturo que me abrió sus brazos para que me rodeara entre sus brazos. Un abrazo fuerte de mi hermano me hizo sentir muy feliz.
-Hola princesa, ¿Cómo has estado?
-Bien, he estado muy bien-respondí.
Las demás se acercaron a donde mi hermano y yo estábamos charlando.
-¡Oh, es verdad! Perdona hermano, te presento a mis amigas. Ella es Leilani y su prima Vanesa. Y a su lado esta Alejandra y por ultimo esta mi compañera Ivonne-dije señalándola una a una mientras estas saludaban a mi hermano afablemente.
Después de haberse presentado, mis amigas entraron a la escuela por la reja que el viejo Ignacio había abierto para nosotras. Quedamos mi hermano y yo solos ahí parados sonriéndonos mutuamente.
-Perdona-dijo de la nada después que quedamos solos-no haber devuelto tu llamada, pero estuve muy ocupado en el trabajo, mi padre dijo que lo habías llamado el domingo pasado y como ahora tuve un poco de tiempo quise pasar a verte para llevarte a comer, pero cuando llegue el portero me dijo que no estabas ya que te habías ido en la mañana con tus amigas así que decidí esperarte.
-Lo siento, te hice esperar demasiado, no fue mi intención-respondí disculpándome.
-No te preocupes princesa, no es tu culpa, debí llamar antes de venir para acá pero dime, ¿que es lo que pasa?-pregunto.
-Podemos hablar en el auto.
-Si, claro, entra.
Abriendo la puerta entre al auto y mi hermano rodeo por la parte de adelante para ingresar por la otra puerta. Las ventanas a abiertas dejaban entrar un aire legitimo y refrescante, mientras que algunas hojas-las pocas que ya había en los arboles debido a la estación otoñal- caían contra el cofre de el auto. La luz de sol se atenuaba lentamente a medida que el tic tac del reloj daba un paso con el segundero. Arturo me miro y suspirando abrió la conversación.
-¿Quieres platicarme acerca de lo que charlamos la otra vez por teléfono, verdad?, o al menos creo que esta relacionado. Lo imagine ay que mi padre no menciono nada acerca del porque quería hablarme.
Guarde silencio un momento. Tome aire por la nariz el cual exhale después de algunos segundos cuando sentí que este había recorrido mi cuerpo y me había dado tiempo de pensar algo para decir.
-Si. Es acerca de eso. La verdad no se que hacer y creí que tu podrías ayudarme.
-Este bien. Cuéntame todo. No omitas detalle alguno y respecto a eso podre darte un consejo.
Al terminar de decir esto, me sentí mas tranquila y comencé a hablar desde el inicio dejando aun lado la historia del “amigo de un amigo”, sabia que no funcionaria con Arturo, así que le platique todo y aunque quería contarle todo, tuve que omitir algunas cosas que aunque entre nosotros dos había confianza, me sentía rara al contárselas a el. Después de contar todo. La cara de Arturo estaba serena aunque pensativa y algo ausente; me miro y luego suspiro dando a entender que había llegado a una conclusión.
-Bien. Te diré que es la primera vez que escucho algo como esto. No te voy a regañar, en primera porque a mi no me corresponde y en segunda creo que la única que puede saber que es lo mejor para ti eres tu misma Natalia. Ignoro como será Mónica o Judith, pero lo único que te puedo decir y supongo que ya te lo han dicho es que ellas están enamoradas de ti y tu de ellas, sin embargo como me habías comentado y tiene mucha razón tu amiga Ivonne es que no puedes estar en esta elección absurda……aunque ambas te hayan dicho que esta bien que las compares esto no es bueno y solo genera caos y por ende lo que empieza en caos termina en caos ya que tal vez ellas te dieron o te tratan de decir que esta bien esto, pero no es así ya que como ambas te quieren el solo ver que tu estas con la otra las hiere y por lo tanto te hieren indirectamente y eso te confunde mas.
-La única cosa-continuo-que podrías hacer es tratar de que entre ellas no haya problemas. Sin embargo como me dices, veo que hay problemas sin resolver entre ambas, así que yo trataría de averiguar que problema es ese. Las cosas son como son, lo que veo es que estas confundida y ni siquiera sabes si en verdad las quieres por lo que son o solo es una fase lo que quiero decir es que no sabes si tu………..
-¿Yo que?
-Eres lesbiana. Digo puede ser que solo te trates de forzar en creer que quieres a alguna de las dos. Se que no es el punto y no quiero sonar anticuado ya que no va al caso. Pero si me pongo mas analítico el hecho de que esa tal Mónica tenga un pasado el cual aunque sea de oídas y a ti no te conste del todo de intento de suicidio no es algo muy sano, además de un matrimonio arreglado. Y por otra parte que Judith quiera solo estar de una forma que se entiende como sexual solo me hace pensar que te quiere utiliza. Perdóname Natalia si te ofendí, pero es lo que como hombre pienso.
Sentí que las lagrimas me invadían pero no era mas que la verdad lo que sentía, la triste verdad que ahí estaba y solo me enfocaba a los hechos. Arturo vio que me puse mal al escuchar sus palabras y se acerco a mí y me abrazo.
-Perdona princesa. No quise hacerte sentir mal. Ojala me equivoque ya que no quiero que tengas que sufrir y llorar. Quiero que seas feliz y se que mis consejos no te ayudaran demasiado. Debes priorizar que es lo que quieres, definirte y una vez hecho esto puedes comenzar a escoger. El hecho que amabas te gusten no es porque seas rara, es que no tienes un tipo de persona especial definido ya que ambas tienen semejanzas idénticas pero solo tu corazón puede decirte que es lo que quieres.
-Tienes razón. Gracias por tu ayuda, lo pensare.
-No hay problema princesa. Sabes que estoy para ayudarte y cualquier cosa que quieras solo pídemela, ¿de acuerdo? Bueno, es hora de que te vayas. Prometo llamar antes en otra ocasión para que venga a llevarte a comer con tus amigas. Además Lorena quiere verte, seria divertido.
-Si, estaría estupendo, bien, me retiro.
Me acerque a darle un beso en la mejilla y baje del auto esperando a una distancia de la reja que seguía abierta para que entrara mientras Arturo manejaba para irse. Vi como se retiro y me dejo ahí. Para ese ,momento la luz del sol ya era muy poca y el manto celestial dejaba caer su vestido estrellado, las luces de las lámparas se encendían una a una e ingrese por la entrada mientras me despedía del viejo Ignacio quien cerraba la reja y lentamente caminaba por el sendero de adoquines rojos hasta que de un instante a otro, pensando en las cosas queme había dicho hacia unos minutos Arturo estaba delante de los dormitorios donde las luces de su interior estaban encendidas y en las escaleras de la entrada, sentadas, esperándome y alegrándose al verme se encontraban todas.
Lei se acerco a mi y me abrazo enlazándome su mano a la mía para que la siguiera a donde las demás.