El encorvado cuerpo perece entre multitudes carcomido por gusanos, envuelto en agonías de antaño en pesadumbres sin juicio; llamadle locura entonces al punto medio entre lo aparente y lo razonable, envuelto siempre en humo denso exhalado desde las mismísimas entrañas del cuerpo muerto, del infierno.


Las penas parecen lejanas a los ojos cuando más duelen en aquella maquina inagotable que reniega del propio sentimiento ahogándolo en suspiros, vendándole los ojos al puro y llano extasis del amor. Pero falta a la verdad mi boca llamando llano y simple al amor, truncado siempre, a la pesadumbre del cuerpo o la debilidad del pensamiento al negarle éste la luz que irradia la mirada errante del viajero solitario, el ser alado que inunda un tiempo con los ojos marchitos al todavía mas marchito corazón amante, loco amante irracional viendo perdido lo amado y vuelven a la piel las ratas, los gusanos, las telarañas… y errante emprende ya después el camino involuntario del sentimiento.









Miss Wolf Alejandra