28 de Marzo de 2005

¿Cuál es la Verdad?

En lo referente a la realidad inmediata captable por nuestros sentidos, desde el ángulo único del Individuo, no surgen dudas al aseverar que lo Real, coincide con lo Verdadero.
Del Mundo Verdadero, solo estamos autorizados a conocer lo que captamos: el entorno real inmediato.
Del entorno verdadero inmediato, sólo se nos permite captar las Ondas Electromagnéticas emitidas o reflejadas por los conglomerados materiales.
Ver las ondas emitidas, reflejadas o rechazadas por los cuerpos materiales, es conocer el medio.
La Visión, como sentido primordial, por sí solo, no constituye una garantía de la certeza de los acontecimientos apreciados.
La Visión puede ser engañada por la ilusión, así que lo visto, debe ser apoyado por otro sentido.
- Por ejemplo: Nos pareció ver un relámpago.
Si no ocurre otro, quedaremos con la impresión de que fue un relámpago.
Pero si sentimos un trueno, estaremos seguros de que cayó un rayo.
El sentido del Oído, le confirma a la Visión, que la captación fue correcta.
- Otro: Vemos humo a lo lejos, e inmediatamente imaginamos un incendio.
Luego sentimos el motor de un camión que marcha por el camino de tierra.
El humo era polvo, lo que nos pareció ver no era tal.
Como los espacios intersticiales son desmesuradamente mayores que los átomos y sus componentes, ¿qué es lo que vemos?.
Evidentemente lo que vemos es la afectación que producen las fuerzas interatómicas en las ondas electromagnéticas que las alcanzan.
Vayamos más profundamente: ¿qué es ver?.
Ver es en esencia, recibir información en forma de ondas electromagnéticas visibles.
Los objetos que nos rodean, delatan su presencia cuando son alcanzados por la luz de uno o varios focos emisores.
En ausencia de luz, el sentido de la vista queda inoperante.
En la interacción con el medio, intervienen todos los sentidos.
-La Vista es el sentido primordial.
El radar que nos permite conocer la forma y el tamaño de los objetos y su posición en el espacio.
Es un captor del rango visible de las ondas electromagnéticas.
-El Oído es el segundo sentido en importancia.
Capta las perturbaciones que se propagan por el aire, como ondas sonoras.
Son sentido mediatos, cuyas captaciones está desplazadas en el tiempo.
El Olfato, captador de fluidos gaseosos, es el tercer sentido, y percibe la presencia de olores, aromas, perfumes, humos y gases que la nariz pueda aspirar.
A los tres anteriores podríamos también llamarlos externos, pues no necesitan entrar en contacto con los objetos emisores para detectarlos.
Operan a distancia y están afectados en distinta medida por el factor tiempo.
El Tacto, cuarto sentido, como el Gusto, son sentidos de contacto.
Son inmediatos, y operan con el objeto presente.
La distancia es cero, y el tiempo es cero.
El Tacto y el Gusto obran por contacto.
El conjunto de los Sentidos, es el sistema de detección de los Seres Vivos, que les permite la interacción en el entorno real.
Todos los Sentidos están conectados en red con el ordenador central: el Cerebro.
En estado de inconciencia o en anestesia general, un Ser se transforma en un contenedor de materia orgánica, que no reacciona ante estímulos ni agresiones.
El Ser dinámico se convierte en inerte, como si careciera de vida.
El Administrador pierde el control de su nave, y vuelve a su estado primordial, pero sin abandonar su responsabilidad, permanece en su puesto.
Esta permanencia en su lugar, evita que la persona perezca por desorden administrativo.
Otro caso es la decadencia generalizada por vejez, enfermedad, disfunción o término de vida útil, donde el Administrador se queda sin órganos vitales o sistemas imprescindibles para el mantenimiento de la vida, y, considerando la situación, abandona justificadamente la Unidad Biológica.
A partir del compromiso, el Administrador asume la responsabilidad de construir el Ser con los materiales a los que pueda acceder.
Como Unidad Divina, es poseedora de una portentosa Sabiduría, que se manifestará en la construcción del edificio biológico que comandará y sobre el que asumirá responsabilidad total de funciones, desempeño e interacción.
Fácil es deducir que esa sabiduría permanece como atributo, teniendo todas las respuestas a las incógnitas vitales en nuestro interior.
Para acceder a ellas, hay sólo un requisito: reconocer, aceptar y adorar la Fuente.
Reconocerlo es avisarle que sabemos que existe.
Aceptarlo es reforzar el vínculo primordial que todo Ser Vivo tiene con la Entidad.
Adorándolo, se nos abrirán las puertas al Conocimiento, la Curación y la Sabiduría para resolver situaciones complejas que requieren su asistencia.
Ningún Ente se manda solo.
La Jerarquía rige en el Universo.
El acatamiento es símbolo de respeto.
La sumisión es Virtud.
La adoración es Amor: Él mismo.
El entorno ciudadano y hasta lo que actualmente llamamos natural, es artificial y obra del Ser Humano.
Todo está hecho para su distracción, confort, fechoría u ostentación.
Nos hemos instalado en sus Dominios, y actuamos a piacere, sin reconocer autoridades superiores.
La Autorización Real alcanza a lo que nosotros denominamos Materia.
Veamos algunos ejemplos de autorizaciones:
El Radar tiene autorización para captar las señales que emite y le vuelven por reflexión en los cuerpos que alcanza.
Esas señales tienen una frecuencia determinada, y el aparato es ciego para señales de otras frecuencias.
El receptor de Radio AM puede captar señales de amplitud modulada, por ejemplo entre 540 y 1610 KHz/s.
Las señales fuera de ese rango, no es posible captarlas con ese aparato.
Pero en este caso, como no es una frecuencia específica sino una franja de ellas, estamos en condiciones de escoger entre varias emisoras, una específica para escuchar.
Supongamos una emisora emitiendo un programa a 1000 KHz.
Para poder sintonizarla, ajustaremos el dial hasta hacerlos coincidir con esa emisión de 1000 KHz.
La Emisora citada tiene autorización para emitir solo en la frecuencia de 1000 KHz.
En ese mismo instante hay otras 20 emisoras con programas en el aire.
Cada programa tiene conductores y argumentos diferentes existiendo simultáneamente en el aire.
En cada emisora la realidad es su programa.
Nosotros podemos optar por uno entre esos veinte.
Cada programa transcurre sin que los demás se enteren, si es que no acceden mediante un receptor a él.
Tenemos un edificio de diez pisos, con cuatro departamentos cada uno.
Son cuarenta departamentos.
Cuarenta realidades diferentes, cuarenta escenarios reales distintos y simultáneos, que transcurren sobre un mismo espacio superficial: el que ocupa el edificio.
Existe un ejemplo sobre la posibilidad de varios mundos diferentes sobre un mismo planeta.
Un edificio de veinte pisos, con un departamento por piso.
Cada departamento representa un escenario real, completamente aislado de los demás.
Los habitantes de cada piso, atentos a su realidad, ni sospechan lo que ocurre en los restantes.
Existen dos buses que nos permiten acceder a esos escenarios: la escalera y el elevador.
Fuera de ellos no hay forma de desplazarse entre los diferentes niveles.
Esta coexistencia sobre el mismo espacio superficial o terreno, plantea la posibilidad ficticia de una coexistencia superficial total a nivel planetario.
Si encontramos la forma de acceder a los buses, posiblemente logremos conocer o vislumbrar parcialmente las inmediatas.
O, por lo menos, sabiendo de su existencia, tendremos el consuelo de comprobar que no estamos solos, y quedará demostrado fehacientemente que somos un pensamiento concreto de una Entidad superior.
Tal vez lo que se ha denominado Tierra Interior, exista, y los fenómenos transitorios de naves que salen de las entrañas del Planeta, o se introducen en determinadas cuevas o cavernas, tenga un determinado fundamento que desconocemos, pero indicaría los lugares donde se encuentran los buses de interconexión.
Toda comunicación con otras civilizaciones del planeta, si existen, sería muy beneficiosa para todos los interlocutores.
Así como los habitantes de los diferentes pisos del edificio puede3n comunicarse entre sí por teléfono o handy´s, nosotros tal vez podríamos comunicarnos con otras inteligencias por medio del Pensamiento.
Personalmente tengo mis sospechas de que ya están aquí.
Aportando ideas, incentivando el talento y la creatividad, y abriendo el camino a la inteligencia, como inspirando esta pluma, por ejemplo.
El meteórico avance de los logros humanos, ocurre por un empuje que viene de afuera, algo así como ondas de sabiduría que provienen de la Fuente.
Este crecimiento del pensamiento, debería beneficiar a todos, pero unos pocos lo aprovechan para promoverse, mejorar sus posiciones personales en la sociedad, o aumentar sus caudales.
Por eso el fin debe llegar como una necesidad de purificar, porque el Dios no quiere una Criatura que compita con Él, criticándolo y asignándole responsabilidades en situaciones que no son creadas por Él.
El Dios necesita colaboradores y personas virtuosas para integrar sus Huestes.
Las Huestes Celestiales, son una barrera infranqueable de defensores de la Entidad.
No tiene partes débiles, pues sus integrantes fueron muy bien probados, y ninguna tentación abrirá brechas en esos ejércitos.
Los Seres que hoy habitan el planeta, que recibieron Facultades exclusivas como el Razonamiento Lógico, a estas alturas de las Civilizaciones, deberían estar colaborando entre sí, en lugar de aplicar la Ley del más Fuerte.
El dilema entre lo Real y lo Verdadero, ya no existe entre nosotros en este 2005 desde la visita del Mesías.
Ha dejado de existir porque el Hombre ha destruido todo el escenario original, instalan-do en su lugar el mundo real.
No existiendo referencia verdadera alguna, todo lo hace por inspiración propia, y obedeciendo a su conveniencia e intereses.
Ha desertificado enormes territorios, eliminando millones de Especies Animales y Vegetales.
Duele ver la insensibilidad de los Líderes, ante la inminente desaparición de los Elefantes, Rinocerontes, Hipopótamos, Jirafas; Grandes Felinos en África e India, y en Asia el Panda y el Tigre Siberiano.
Mientras se crean nuevas razas de bovinos, para carne y leche, y ovinos para lana y carne, se exterminan los loros y las palomas porque atacan valiosos sembrados.
El veneno que mata a esas aves, elimina a los carroñeros que limpian los campos.
La cadena de la Vida, va perdiendo eslabones, y los ecosistemas marcha hacia el desierto o el pantano de aguas podridas.
Las lluvias ácidas, la sal marina, los fertilizantes y los residuos industriales humanos, van matando los bichos que engordan la tierra.
Por eso los productos naturales serán cada vez más caros, y los transgénicos avanzan a pasos agigantados, desplazando lo poco que queda de la producción natural.
Podrán decirme que los productos naturales de hoy, no son los originales, pero son el fruto de una selección meticulosa, efectuada durante milenios, buscando una mejora que con el tiempo tuvo éxito.
En realidad se escogían las semillas de las mejores plantas, obteniéndose un mejora-miento natural asistido.
La obtención de productos transgénicos es otra cosa.
Una manipulación del ADN de la Especie, para agregarle genes de otras Especies y de otros Reinos, es un atentado a la Divina Obra.
El irreverente y trasgresor Ser Humano, ahora se erige en aprendiz de brujo, pretendiendo cambiar el orden de las cosas en los dominios del Señor.
Usando las estructuras primordiales como rompecabezas, quiere fabricar Criaturas nuevas en actos irracionales que comprometen el futuro de toda la Especie.
El hombre, de la mano de genios inmaduros, abandona la realidad para adentrarse en la ficción y el virtualismo.
Marcha justamente en dirección contraria a la Fuente, alejándose de ella.
Haciendo puzzles con partes de la Semilla, construyendo armas de destrucción masiva, sumergiendo en el hambre y la enfermedad a la mayor parte de la Humanidad, los Líderes mundiales son los verdaderos jinetes del Apocalipsis.
Los Presidentes, por citar un nombre de comandante, que ordenan la muerte y el padecimiento de millones de personas, cargan al Demonio sobre sus hombros.
Estos soberbios invencibles, comprometen el destino último de la Especie, pues su tropelía podría desatar la ira del Dios, que puede terminar expeditivamente con la Vida sobre el Planeta.
¿Cuál es la Verdad?.
La verdad es que la inmensa mayoría de los especimenes, clama por Justicia Divina.
El Clamor de la Semilla, es algo que conmueve al Dios, cuando le llega.
Eso puede llevarlo a cambiar las reglas de juego respecto al porvenir de la misma, para sacarla de las manos inescrupulosas en que se encuentra.
Es preferible un final súbito para todos los Seres, a un padecimiento que dure hasta el fin de los tiempos.
Avasallando a inocentes e indefensos, un Imperio puede durar indefinidamente, máxime cuando todo potencial competidor es tachado de amenaza, y se encuentran excusas para golpearlo hasta someterlo sin condiciones.
Parece que la lección de la Historia no ha prendido en los aprendices de Emperador de hoy, verdaderos eunucos mentales carentes de perspicacia y presentimiento trascendente.
Los Grandes Simios que gobiernan el mundo con una fuerza bruta descomunal, con tal de no ser derrotados, podrían destruirlo todo en una confrontación vectorial.
Como la Verdad ya no se recuerda, la Misión no se conoce ni interesa, la Ética y la Moral no figuran en los manuales de Guerra..., ni en los libros escolares, y el miedo campea entre los pobres del mundo, fácil es deducir que nos queda poco como Especie.
Sin límites a la vista para la Ambición, el ansia de Poder, y la acumulación de Riquezas, los Poderosos del mundo semejan semidioses, manejando el destino de las personas y los pueblos.
La Maleza ha ido ocultando la Fuente, y las multitudes deben elegir entre lo aparente, la ilusión óptica o la mentira.
Como la Verdad aparentemente no existe, debemos buscarla en nuestro interior, en el propio pensamiento, porque nosotros somos parte de ella.
Eso no lo puede modificar ningún Imperio, ya que escapa al dominio real.
¿Cuál es la Verdad?.
Bueno, la Verdad es una sola, y coincide con la Entidad.
Aquellos que engañan a los menos aptos y los ignorantes, con el fin de mantener el Poder, los Cargos y los Privilegios, despertarán a una verdad atroz: la Condena.
Los que padecen se verán liberados del sufrimiento, el dolor, la impotencia y la desesperación.
El Caos que reina en este Mundo, es fruto de la brutal irreverencia y el desparpajo de los Líderes, que asumiendo responsabilidades para gobernar, cambian el sentido de sus administraciones, convirtiéndose en Reyes y Emperadores, autoasignándose potestad sobre la Vida y la Muerte de todos los integrantes de la vecindad planetaria.
La Tierra, mirada desde fuera del Sistema Solar, no existe.
El Sistema Solar, mirado desde fuera de la Galaxia, no existe.
La Galaxia, considerada desde los lejanos campos de galaxias, no se divisisa.
Seguramente el conjunto de campos de galaxias, desde algún lugar del espacio profundo, tampoco sea visible.
Los Poderosos consideran sus dominios como propios, y que no forman parte de la Creación.
Su mente primitiva, apenas les alcanza para controlar su territorio, y aspirar a arrebatar el de algún vecino vulnerable.
Los Líderes, en gestiones despreciables, condenan a toda la Especie a un ostracismo trascendente.
Ellos por comportarse como necios.
Como las Langostas de mar, el que asume, sigue el camino del anterior, aumentando el daño y la depredación.
Nadie innova ni cambia el sentido de los fluidos.
Siempre se extrae, sin devolver aunque sea un poco a los que entregan.
La Especie se salvó y prosperó, sumando.
Sumando esfuerzos, logros, alimentos, conocimientos e individuos, para defenderse de los agresores y los depredadores.
Los individuos se han degenerado a tal punto, que hoy pretenden avanzar, restando.
Restándole posibilidades de desarrollo y crecimiento a los demás, destruyen los cimientos de su Poder.
La Majestad de un Rey, es proporcional a la Cultura, el Conocimiento y el Status de sus súbditos.
Poca Majestad tiene quien reina sobre Miserables, Menesterosos e Ignorantes.
Igualmente, quien gobierne un país de Bichicomes es otro Bichicome.
Un Zaparrastroso, no puede gobernar un país de Gente Culta y hombres Sabios, porque no será elegido.
Donde las grandes mayorías están constituidas por Necios, seguramente elegirán a un colega para Presidente.
La Verdad está a la vista.
Sólo hay que saber descubrirla en el engañoso escenario en que nos toca vivir.

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