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Pamela viaja a Marte
Capítulo 1
-Mamá, Luciano me quitó mi telescopio nuevo-gritó Pamela.
La madre se acercó a los niños y les dijo.
-Pamela deves compartir, y tu Luciano no le puedes quitar las cosas a tu hermana-
-Si, si, bueno, basta de democricia, insecto, dame mi telescopio ahora o te juro que te arrepentiras-le dijo a su hermano amenazandolo con un puno.
-No, nada de “si, si, bueno”, compartiran el telescopio y no pelearán, no se gritarán y no se pegarán-se fue del jardín y entro a la casa a seguir preparando la cena.
Primero fue el turno de Pamela.
-Es tan bella la Luna, quisiera ir algún día-dijo Pamela mirando por el telescopio.
-Pues, eso nunca ocurrirá, además, Neptuno es más bonito que un circulo blanco y gigante en el cielo-dice quitandola del telescopio.
-Pero no siempre es un circulo, a veces es un semi circulo, o puede ser más que un semi circulo o menos-dijo Pamela acostandose en el pasto.
-Tu dices que nunca podré ir a la Luna porque no soy astronauta?-preguntó Pamela
-No, porque nunca tendras una nave espacial para volar en ella-contestó Luciano, pero después dudó, tal vez sí se pueda si lo hacían juntos.
-Pero eso es facil, puedo ir a la NASA y me darían una nave espacial-
-aaaaaaaaaahhhhhhhh!!!!, un meteorito-gritó Luciano.
-Cómo que un meorito?-preguntó asustada corriendoló del telescopio.
Capítulo 2
-Lo ves?-dijo asustado y llorando.
-Sí y también veo que si no salimos de este planeta en pocos días el meteorito vendrá y nos aplastará.Vé y dile a mamá que venga-dijo preocupada y asustada, viendo que su vida corria peligro.
Luciano fue corriendo a la cocina y le dijo a su mamá que fuera rapido al jardín.
-Chicos que pasa?, estan como si hubieran visto un marciano en Marte-preguntó la madre preocupada.
-Mami, vamos a morir!!!, un meteorito viene asia acá, tenemos que salir de este planeta-dijo Pamela llevando a su mamá al telescopio.
La madre se asomó a ver al telescopio.
-Ay, valgame dios, es cierto, en pocos días este planeta ya no existirá, ni nosotros-dijo preocupada.
Se desmayó.
-Mami, mami, que te pasa?, está muerta?-preguntó Luciano desesperado y llorando.
-No, se desmayó, y con razón, cualquiera que sabe que se está por morir y que se va a acabar el mundo se desmayaría-dijo preocupada por su madre-pero ahora eso no importa llamá a papá y decile lo que pasó-
Luciano agarró el teléfono y lo llamó.
-Papá, paso algo muy grave, mamá se desmayó porque se enteró que todos nos vamos a morir y que se va a acabar el planeta-
Capítulo 3
-Qué?!, mamtengan la calma, después vamos a hablar lo del fin del mundo, ahora lo importante es que ustedes se queden tranquilos que yo ya voy a llamar una ambulancia y voy para allá-colgó
Luciano fue corriendo al jardín.
-Y?, que dijo?-
-Dijo que está viniendo para acá y que va a llamar a una ambulancia-
Los dos cargaron a su mamá y la entraron a la casa y la recostaron en un sillón.
-Quedate tranquilo Lu, tal vez se despierte antes de que llegue la ambulancia y se va a poner mejor antes-trató de tranquilizár a su hermano.
-Pame, nos vamos a morir?-
-Nuestros padres no van a permitir que eso ocurra, quedate tranquilo-
-Yo se que ellos van a hacer todo lo posible por salvarnos, pero esto no depende de ellos-dijo sentandose sobre las rodillas de Pamela.
Se qudaron dormidos ahí, los dos muy tranquilitos, después de veinte minutos vino la ambulancia con el papá dentro.
Capítulo 4
-Ninos, despierten, entren a la ambulancia-
Los medicos pusieron a la madre en una camilla y la subieron a la ambulancia.
Cuando llegaron los ninos y el padre, fueron a la sala de espera, entonces ahí el papá queía retomar la conversación del fin del mundo.
-Lu, que me estabas diciendo del fin del mundo?-dijo el papá retomando la conversación.
-Con Pame, vimos en su telescopio un meteorito, se lo mostramos a mamá y se desmayó-
-Si pa, es cierto, y por eso es muy importante avisarles a las autoridades, además, por averles abisado que nos estamos por morir todos, seguro que seríamos unos de lo primeros en salir, y pobres, habrá mucha gente que no tendrá lugar y que se quedará a morir aqui-dijo Pamela.
-Antes de alertar a todo el mundo devemos estar seguros-
-Pues yo no me voy a quedar aquí a ver si viene o no, hay que ser prevenidos-dijo Luciano.
-Si es que es cierto, devemos ir a la NASA para que nos den una nave para salvarnos e irnos-
-Ves, te dije-le dijo Pamela burlona a Luciano.
Salió el doctor de donde la estaban atendiendo a la madre y fue directo hacia los chicos y el padre.
-Ya está bien, le duele un poco la cabeza y se ciente mareada pero está bien, ya la pueden llevar a su casa.Senor, lo puedo molestar pidiendole que llene un formulario?-
-Chicos, quedensé aquí y no se muevan ya regreso-
Porsupuesto que los chicos sabiendo que su madre no estaba del todo bien no se quedaron ahí sentados, sin que su papá los veiera fueron a donde estaba su madre.
-Mami, te sientes mejor?-dijo Luciano
-Si ninos gracias por preocuparse por mi-
-Hablamos con papá el tema del meteorito, y primero lo quiere ver el y si es cierto mañana por la manana iremos a la NASA-dijo Pamela informandola a su madre.
Su padre entró a donde estaba la madre y los vió a los chicos con cara de enfado.
-Les dije que se quedaran ahí sentados-dijo senalandoles el lugar donde les había dicho que permanecieran sentados-no me asusté mucho, simplemente porque los conozco y sabía que probablementa vendrian aquí.Ahora vamos a casa.
Los cuatro se fueron a la casa, y cuando llegaron los chicos llevaron al papá a que viera por el telescopio.
-Uau, es impresionante, en verdad hay un meteorito-dijo sorprendido el padre-ahora vallan a la cama porque manana iremos los cuatro a la NASA.
Capítulo 5
-Vallamos ahora-dijo impaciente Luciano-no puedo esperar, a parte, seguro que después de esto seremos ricos-
-Ahora lo que importa es salvar nuestras vidas, y si tu te vas a combertir desde pequeño en un niño codicioso, mejor no aceptamos el dinero-dijo la madre.
Los chicos fueron a sus camas, pero no se podían dormir, pensando en que, podían morir, podrían ser ricos, no les podían creer.
Los padres se quedaron en el living charlando alrespecto.
-Pobres niños, yo no los quería ilusionar con esto de que vamos a ir a la NASA-dijo la madre.
-Pero cariño, nosotros no queremos niños desesperanzados, queremos ninos que tengan fe, que no piensen que van a morir, que no piensen que sus padres no pueden hacer nada para salvarlos-
-Si, tienes razón, pero qué pasará mañana, probablemente no nos dejen entrar, seguro que van muchas personas ahí, a contar historias falsas y como ahora se artaron de eso ya no dejan pasar más a nadie.Piensa mi amor, si nos dicen que no podemos pasar, los ninos ya no querrán vivir ni un segundo más aquí, y estarán todo el tiempo pensando en los ultimos días que les quedan antes de morir-dijo la madre angustiada, pero derrepente se le ocurrió algo-tengo una idea, yo se que los ninos están muy ilusionados por ir, pero si vamos nosotros y nos dicen que no podemos pasar, directamente volvemos y les mentimos a los ninos-
-Tal vez sea lo mejor, no quiero que desaprobechen sus últimos días pensando en que moriran, elúnico problema es qué vamos a hacer cuando halla gente que esté subiendo a naves espaciales, ellos nos van a preguntar cúando vamos-
-Sólo les decimos que nos vamos el día que pensemos más o menos que se estrellará el meteorito y despúes cuando nos esté por matar a todos ya va ser demasiado tarde-dijo la madre.
Dicho esto, se fueron a dormir, aun que, como los ninos, ninguno de los dos pudo dormirse.
A la manana siguiente, los padres se levantaron más trempano para ir a la NASA.Pero les dejaron una nota a los ninos.
Agarraron el auto y sin hacer ruido se fueron.
Capítulo 6
Más tarde...
Los ninos se despertaron y fueron corriendo a la cama de sus padres gritando
-A levantarse!!!
Pero, cuando llegaron al cuarto, no estaban alli.Luego se fueron del cuarto y gritaron por toda la casa
-Mamá, papá, donde están?-
Luego, Pamela encontró una nota en la mesa que decía así:
Hola niños:
Creímos que lo mejor para ustedes es que nosotros vallamos, porque tenemos miedo de que se contagien de algún experimento.Esperamos que nos crean los de la NASA.
Besos, chau.
Mamá y papá.
-Mamá y papá nos avandonaron, preferían ir solos-dijo Luciano.
-Tu siempre pensando mal de mamá y papá, lo hacen por un bien nuestro, no ves lo que dice-le senaló la parte donde decía “tenemos miedo de que se contagien”.
Mientras tanto los padres estaban camino a la NASA.
Llegaron.
-Tu no hables, yo me engargaré de decir todo, porque habrá que transformar un poco la historia para que sea más creíble-dijo el papá
-Vas a sacar algo de lo que ocurrió?-
-Si, por ejemplo, que te desmayaste (porque eso no es necesario), que el meteorito lo vieron los ninos-
Mientras el padre hablaba, la madre tocó el timbre.
Apareció asomandose a la puerta un duende de veinte centímetros, con cara de que no le gustaban los invitados.
-Si?, que quieren?-dijo mirandolos con cara de despresio.
-Se lo podemos contar adentro?-preguntó el papá.
-No!!!, diganme lo que quieren ahora o larguense-dijo impacientándose
-Vimos un meteorito-dijo el padre
-Si?, y que?-
-Y que está a punto de aplastarnos-
-como lo sabe?, está lleno de meteoritos, y además, como sabe que va a chocar aquí?-
-Pues, porque es gigantesco, y lo vi mobiendose hacia nosotros-
-Adiós-serró la puerta.
Los padres empezaron a golpear la puerta desesperados.
-Por favor vealo usted mismo-
El duende abrió la puerta.
-Tienen cinco minutos para mostrarmelo, si están mintiendo se irán-
Los padres entraron y apuntaron el telescopio hacia donde estaba el meteorito. El duende se acercó al telescopio y vió atraves de el.
-Santa Macarena, es cierto-
Fue a buscar su cuaderno y anotó todos los detalles. Se fue, y entró a una oficina.
-El jefe dice que pueden pasar-dijo el duende
Entraron a la oficina. Sentado en la silla del escritorio, había un duende, pero se diferenciaba del otro porque tenía un gorro rojo y el otro tenía un gorro verde .
-Con que, ustedes dicen, que nos está por aplastar un meteorito-dijo el jefe-tu lo has visto Luis?-le preguntó al duende.
-Si senor, al parecer, los ternícolas, no son tan tontos como creíamos-
-Un momento, ustedes también son ternicolas, sólo que son personas vajitas-dijo la madre.
-Nosotros, aunque no lo crean somos duendes-dijo el jefe.
-Los duendes no...-dijo la madre pero la interrumpió el duende.
-Callese, nosotros somos como las hadas, si dice-agarró un papel y una lapicera y escribió “los duendes no existen”-morira una y si lo dice otra vez otro y así sucesivamente señora...-
-Laura, me llamo Laura-
-Bueno, vasta de tanto hablar, muestrenmé ese meteorito-
El jefe se levantó y fue corriendo al telescopio, y vió atraves de él.
-Es cierto, es un meteorito que se dirije a la Tierra, ja ja ja ja-se rió
-Ja ja ja ja-también se rió el duende.
-Pero de que se rien?-les preguntó el padre
Cuando preguntó eso los dos duendes se convirtieron en extraterrestres.
-Qué nos importa su estúpido planeta? ja ja ja-siguió riendo el jefe.
-No, por favor, tienen que ayudarnos, tienen que transportarnos a otro planeta, tenemos hijos, ellos están en casa muy tristes esperando que lleguemos y que les demos noticias-dijo llorando Laura (la mamá).
-Oiga jefe, creo que tenemos que tener un poco de compación, tienen ninos y esos ninos saben que pueden llegar a morir-dijo Luis (el duende).
Después de tantos gritos y llososos el jefe dijo.
-Ya callense todos, aremos un trato, yo los llevo a Marte, mi planeta, pero tienen que jurar que ustedes no tendran más hijos y que sus hijos no pueden tener hijos con otras personas de Marte-
-Otras personas?-preguntó el padre.
Capítulo 7
-Si-dijo Luis.
-Y cómo es que hay personas en Marte?-preguntó Laura.
-Porque no es la primera vez que está por estrellarse un meteorito en la Tierra y que nosotros salvamos a una familia-contestó Luis.
-Nos darían un momento-dijo Laura.
Y se fueron a un rincon.
-Sergio, es genial-
-Si Lau, pero me parece muy raro, por qué estos extraterrestres nos harían algun favor? Sin siquiera hacer algo por ellos y además ¿por qué están aquí?-dijo el padre dudoso.
-Ay mi amor, no tenés que desconfiar tanto, después de todo nos van a salvar la vida-
-Tal vez tengas razón, si nos quedamos aca vamos a morir y no va a haber forma de salir, aparte cualquier cosa va a ser mejor que morir-
Dicho esto los padres regresaron con los extraterrestres y les dijeron
-Vamos con ustedes, pero, a qué hora tenemos que estar aca y qué día?-preguntó la mamá
-Mañana a las cuatro de la tarde-contestó el jefe.
Al llegar a casa.
-Mamá, papá-gritaron a coro los chicos cuando los vieron entrar.
-Hola chicos, bueno, sientense-dijeron los padres.
Los chicos se sentaron en el sillon cruzando los dedos, resando por su vida.
-Vamos a irnos a otro planeta-comenzó el padre, y los chicos se pusieron a llorar de felecidad y empezaron a abrazarse.
-A dónde?-preguntó Luciano.
-A Marte-le contestó la mamá.
-Siiiii-empezaron a festejar los chicos.
-Pero hay un incombeniente-dijo el padre.
-Cuál?-preguntó Pamela un tanto preocupada.
-Vamos a viajar con extraterrestres-les contestó la madre.
-Eso no es ningún incombeniente, es re cool-dijo Luciano entusiasmado.
-Cuando nos vamos?-preguntó Pamela.
-Mañana a las cuatro de la tarde-le contestó el padre.
Cada diez minutos los chicos miraban por el telescopio, para ver si el meteorito estaba serca y después ivan corriendo al living a ver la hora. Estaban muy impacientes por ir a otro planeta, por viajar con extraterrestres y por salvarse.
-¿Viste Lu?, vos siempre me decis que los extraterrestres son re malos y que te quieren chupar el cerebro y que después te tratan como si fueras un esclavo-dijo Pamela.
-Si Pame, pero seguro que tan buenos no son, probablemente piden algo a cambio, no ma?!!!-le preguntó a su mamá pegando un grito desde el jardín.
-Si!!!, nos dijeron que ni nosotros ni ustedes podemos tener hijos-
-No te preocupes ma, con unos feos y viscosos extraterrestres ni pienso tener hijos-dijo Pamela.
La mamá fue al patio, donde los chicos estaban viendo si se hiban a morir ahora o no.
-Chicos, hay algo que nos olvidamos de decirles, hay otras personas ahí-
-Por qué?-preguntó Luciano.
-Porque no somos los primeros a los que los extraterrestres los salvan-
-Creo que que haya otros humanos en Marte me hace sentir más cómoda-dijo Pamela.
-Para mi que haya humanos en Marte me suena aburrido-dijo Luciano enojado.
Los chicos después se relajaron más y se aburrieron de estar viendo todo el tiempo por el telescopio, entonces se fueron al living a ver la tele.
A la noche, cuando los chicos se fueron a acostar los padres aprovecharon para hablar en privado.
-Parece que Pamelita sospecha lo mismo que vos, y que Lucianito tiene la misma confianza en los extraterrestres que yo-dijo la mamá.
-Mi amor, yo creo que tenemos que averiguar un poco-
-Cariño, no se puede averiguar nada, no se les puede preguntar “¿nos están haciendo una trampa y cuando lleguemos a Marte nos van a comer?”-dijo la mamá.
-Pero yo me acuerdo esas películas de acción que veía cuando era chico, como el detective Franches, siempre que tenía que investigar algo iva a la oficina de la persona sospechosa-dijo el padre entusiasmado.
-Pero esas son películas, y son para chicos, aparte, cómo pensas que podemos ir a ese lugar sin que nos descubran, probablemente esté cerrado y si no está cerrado seguro que va a haber alarma, y si está cerrado no se puede hacer nada-dijo la mamá desalentandoló.
El papá agarró las películas de el detective Franches, que las tenía porque las veía Luciano, y habrió una y la puso en el dvd. Cuando prendió la tele estaba en el canal doce y justo estaban diciendo que descubrieron que un meteorito estaba por caer en la Tierra y que a los investigadores que descubrieron el meteorito los salvarían poniendolos en una nave donde va la gente más importante.
Capítulo 8
-Tendríamos que haberles dicho a las autoridades y ahora estariamos en una de esas naves-dijo el papá.
-Que importa, nosotros vamos a ir a Marte en una igual, solo que más grande y con más onda extraterrestre-
-Si, pero por lo menos si viajaramos en una de esas naves estaríamos seguros de que no nos van a comer-
-Sergio, dejate de pabadas ya pareces Luciano con sus estupideses de que los extarrestres van a venir y nos van a comer, ja ja ja-
-Eso cielo, eres una genia-
Se levantó y fue corriendo al cuarto de Luciano.
-Lu, despierta-le dijo el papá sacudiendolo.
-¿Qué pasa, pa?-le preguntó Luciano entreabriendo los ojos.
-Necesito el libro que escribió ese señor sobre extraterrestres-
-Está en el armario, en el tercer estante contando desde arriba, tiene el lomo verde-
-Pero Lu, hay muchos con lomo verde, ¿cómo se llama?-
-No se, pero tiene dos extraterrestres en la tapa, ahora dejame dormir-se tapo la cabeza con las sábanas y se puso a dormir-
El papá empezó a sacar todos los libros de el estante que le había dicho Luciano, y empezó a hacer una pila en el escritorio.No lo encontraba.
Entonces penzó que Luciano tal vez se había equivocado y que estaba en otro estante, pero no tuvo éxito.
Fue a su cuarto donde la mamá esta pintandose las uñas y se sentó en la cama.
-No lo encuentro-dijo la mamá.
-¿Qué cosa?-le preguntó el padre.
-El quitaesmalte, me toqué sin querer una uña y ahora me quedó fea, tengo que pintarmela de nuevo, ¿de casualidad lo viste?-
-La otra vez vi a Pamela pintandose las uñas, siempre se las pinta mal asi que supongo que lo tiene ella-
La mamá se levantó de la cama y se fue en dirección hacia el cuarto de Pamela.
El papá se levantó rapido y le dijo.
-Esperá, de casualidad ¿sabés dónde está el libro de los extraterrestres de Luciano?-
-Aaaah si, Pamela se lo sacó a Luciano porque puso carteles en la escuela de que estén prevenidos de los extraterrestres, pero después hicieron un trato y Pamela se lo devolvió porque Lu dejó de poner carteles.¿Te acordas cuando fuimos al country?, bueno ese día Lu llevó el libro, pero cuando se metiron a la pile me lo dió para que se lo tuviera y lo guardé en la cartera-
-¿Qué cartera? Tenes siete-dijo el padre impacientandose.
-Si pero eso no importa, porque cuando fue el cumple de Lu le dije a Pame que se llevara un libro porque se hiba a aburrir.Se lo llevó.Cuando vió que el cumple estaba bueno me dio el libro y lo puse en mi cartera y la cartera la puse en el armario-
-¿De qué color es?-dijo volviendo a su cuarto.
-No me acuerdo-dijo esto y se fue al cuarto de Pamela.
El padre habrió el armario, puso todas las carteras sobre la cama y habrió una por una.Cuando solo le quedaban dos por abrir lo encontró.Se fijó el nombre del autor y fue directo a la computadora.
Entró en google y puso el nombre del autor.
Una hora más tarde...
Encontró la dirección y la escribió en un papel.
Satisfecho por su trabajo fue directo a dormir impaciente por el día de mañana.
-Lo encontré-dijo la mamá con el quitaesmalte en la mano, pero se tapó la boca porque se dió cuenta de que su esposo estaba durmiendo.Se sentó en un lado de la cama, se emparejo las uñas y fue a ver un poco de tele hasta que se le secaran.
Capítulo 9
A la mañana siguiente...
El papá se quiso levantar temprano para poder ir a la casa de Joseph Smith el escrior del libro.
Aun que le costó llegar a la casa, lo logró.
Tocó la puerta sin saber que hiba a decir para cuando la habrieran.
Entreabrieron la puerta y un hombre se asomó a ver.Tenía una barba larga y blanca, ropa vieja y sucia, y en la cara tenía muchas arrugas.
-¿Qué quiere?-dijo el señor que habrió la puerta.
-Nececito hablar con el señor Smith, Joseph Smith-
-Que lastima, porque el no se encuentra-
-¿Usted es el mayor domo?-
-No, ahora vallase-y cerró la puerta.
Desde la puerta Sergio (el padre) le gritó.
-¡¡¡Necesito su ayuda, hay vidas que corren riesgo y usted es el único que me puede ayudar!!!-se puso a llorar-tengo esposa e hijos y vamos a viajar con unos extraterrestres para salvarnos, vamos a ir a Marte-
El hombre abrió la puerta haciendole seña con la mano de que pasara.
Se sentaron alrrededor de una pequeña mesa, el hombre le ofreció te y galletas y Sergio accedió.
Una vez acomodados y cómodos empezaron a charlar.
-¿Cuál es su nombre?-preguntó Joseph.
-Sergio, ¿y usted es Joseph?-
El hombre asintió con la cabeza.
-No quiero ser grosero pero, ¿por qué un hombre como usted está en ese estado y su casa igual?-preguntó Sergio viendo detenidamente su reacción.
-Cuando publicaron mi libro, todo el mundo se empezó a burlar de mi por mis tontas y locas ideas, era el asmerreír del pueblo-
-¿Y qué pasó?-
-Y ahí es cuando se puso mucho peor.Traté de demostrarlo, desesperado, tratando de que me crean traté de hacerle una trampa a algún extraterrestre de por aquí, pero lo único que logré es que me transformara en cucaracha-
-¿En cucaracha?-
-Lo puse en mi libro, ¿acaso lo leyó?-
-Pues, no, pero mi hijo está obsesionado con ese libro-
-Bueno, dejémos de hablar de mi vida privada, hablemos de lo que usted vino a hablar-
Sergio le contó toda la historia y Joseph le empezó a explicar todo.
-La verdad con todo esto que me está contando no se por donde empezar.Bueno, para empezar, los extraterrestres no tienen intenciones buenas, yo fui a Marte y viajé con ellos.En Marte ellos tienen una enorme fábrica-
-¿Y qué función cumple esa fábrica?-
-Transforma los cerebros qué les sacan a las personas en dulces.A los extraterrestres les encantan los dulces.Ellos no tienen cerebro, su cabeza está llena de dulces.Poreso es que se llevan humanos a Marte-
-Y pero ¿por qué no se llevaron ya a todos?-
-Es un poco complicado de explicar, pero bueno, dadas las circunstancias debo informarlo sobre todo.Como ya le había dicho antes, aquí hay varios extraterrestres. La Tierra tiene reglas respecto a todo desde hace millones de años-
-¿Reglas?-
-Una de las reglas es que, solo una nave extraterrestre puede estar en la Tierra, no puede haber dos al mismo tiempo. La capacidad de las naves es: cuatro extraterrestres y seis personas.Puede haber menos pero no más. No puede haber cinco extraterrestres y ningun humano, las reglas son así. Una vez que viene la nave aquí, sólo puede volver si un humano necesita su ayuda-
-Pero una nave puede ir y volver y así se llevarían a un montón de humanos-
-No, la nave sólo puede venir una vez por siglo-
-¿Los dulces son lo único que comen?-
-Si, pero también las usan para ser más inteligentes.Se hcen operaciones les abren la cabeza y les meten dulces.Cuantos más dulces más inteligentes-
-Pero si pueden venir una vez por siglo ¿cómo consiguen tantos?, porque tienen que alimentar a todos y aparte hay extraterrestres que se hacen más inteligentes-dijo Sergio sin comprender.
-Eso yo aún no lo se, y nunca lo voy a saber, porque falta poco para el meteorito. Lo que si se es que todo el tiempo descubren diversas maneras de tener dulces, pero en algún momento se van a acabar. De todas formas cada cerebro da muchos dulces-
-Entonces cuando nos lleven a Marte nos van a sacar el cerebro y nos vamos a morir-
-De todas formas morirán. Pero, en mi opinion, yo me quedaría aqui-
-¿Por qué?-
-Sergio, escucha bien claro lo que te voy a decir-dijo tomándolo porlos hombros y mirandolo fijamente-si vas a Marte, tu y tu familia se deverán someter a tener que ver esos monstruos (los extraterrestres), los llevaran a lugares, sucios, olorosos y tenebrosos.Primero los torturaran después...-
Sergio lo interrumpio.
-¿Por qué nos torturaran?-
Joseph lo soltó.
-Porque una de las maneras de hacer dulce es poniendo las lágrimas de humano en un recipiente le ponen azúcar y después las meten en el congelador, esa es una de las cosas que llaman dulce-
-Pero tu pudiste escapar ¿no?-
-Si, pero esa es otra historia, ahora por favor bállase que tengo cosas que hacer-dijo empujándolo hacia la puerta.
-Una última pregunta, ¿hay alguna pequeña posibilidad de que nos salvemos?-
Joseph lo volvió a empujar, pero esta vez hacia adentro.
-Yo tengo un amigo extraterrestre, pero lo de cómo me hice amigo del extraterrestre es otra historia, asi que, no me pregunte nada con respecto a él-dijo Joseph, poniendo la cabeza en dirección a el y levantando las cejas, como esperando respuesta.
Sergio asintió con la cabeza.
Joseph prosiguió.
-El me hizo un portal para poder ir a Marte cuando quisiera y también me hizo una ropa de protección para que los extraterrestres no me hagan daño.Mi amigo vive aquí, en el sótano.Él es muy amistoso y simpático, le podríamos pedir que le haga uno a usted y a su familia, pero para eso deverán venir a que les tome las medidas-dijo Joseph
-¿Pedirá algo a cambió?-preguntó Sergio.
-Dulces, claro, ahora valla por su familia-
Sergio se subió al auto y emprendió regreso a su casa.
Capítulo 10
Cuando llegó la única despierta era Laura.
-Hola cariño,¿ adónde has ido?- preguntó Laura, mientras se tomaba su café.
-Cielo tenémos que hablar-dijo Sergio serio.
-Hay, mi amor, no me asustes, ¿qué pasa?-
Sergio le contó toda la conver sación que tuvo con Joseph.
-Tu ve a cambiarte, yo despertaré a los niños-dijo Sergio.
Laura se cambió y empezó a hacer su valija y la de Pamela.
Sergio despertó a los niños, los sento en el sillón, les puso la tele y les sirvió el desayuno. Luego fue rapido a su cuarto para hacer su valija y luego la de Luciano, mientras Pamela y Luciano perseguían a sus padres por toda la casa haciendoles millones de preguntas.
-Niños, después le contestamos lo que quieran, ahora vallanse a cambiar-dijo Laura.
Metieron las valijas y se subieron al auto.
Ahí empezó una charla larga, donde los chicos preguntaban un montón de cosas al mismo tiempo y los padres les respondían, les decían que no gritaran y que no se pelearan.
Cuando llegaron a la casa de Joseph, los padres le empezaron a agradecer miles de veces, y los chicos se escondían atrás de sus padres porque le tenían miedo.
-Bueno, acompañenme al sótano-dijo Joseph.
Bajaron despacio y sigilosamente.
-Mami, tengo miedo-dijo Pamela
-No te preocupes Pame, el extraterrestre nos ayudará, no nos lastimará-dijo Laura.
Aunque los padres querían hacer que no tenían miedo, tenían mucho miedo. El único que no tenía miedo era Luciano.
-Esto está re cool, les voy a contar a mis amigos que viajé a Marte-dijo Luciano
-Lu, nosotros somos unos de los pocos que sobrebibirán, además, nunca volveremos-le contesto Sergio.
-Error-intervino Joseph-seremos los únicos que sovreviviremos-
Había varios pisos antes de llegar al sótano y todos ya estaban muy cansados.
-Señor, usted dice eso porque no vio las noticias, pero ahí decí, que las personas más importantes y los que descubrieron el meteorito serán evacuados hasta Marte-dijo Laura.
-¿Disculpe señora cual es su nombre?-preguntó Joseph.
-Laura-
-Laura, primero:hay pocas naves, segundo:probablemente muchas naves tengan problemas y se caigan al vacío y tercero:que los que logren llegar a Marte seran victimas de los extraterrestres, porque les sacarán el cerebro.Pero, a nosotros no nos ocurrirá eso porque vamos con proteccion-dijo Joseph.
Al fin llegaron.
Capítulo 11
Joseph sacó una llaves del bolsillo y abrió la puerta. Cuando entraron, todo esta sucio, feo y oloroso.
Luciano se adentró más en el sótano y empezó a correr en busca del extraterrestre .
-¡¡¡Detente niño!!!-le gritó Joseph.
Luciano no le presto atención y siguió corriendo. Derrepente se calló y se dió cuenta de que se estaba arrastrando. Trató de levantarse, pero se dió cuenta de que no tenía ni manos, ni brazos.
Cuando intentó llorar y gritar empezó a maullar. En ese momento, vio que estaba tirado frente al extraterrestre.
-¿Qué son esos maullidos? Y ¿por qué no escucho a mi hijo?-preguntó Laura asustandose y fue corriendo hacia allá.
Capítulo 12
Pero Joseph la logró detener.
-Señora, esos maullidos es su hijo.Nadie grite, ni corra.Que el niño esté maullando es la causa por la cual le dije que no corriera-
Llegaron a donde estaba Luciano y el extraterrestre.
-¿Qué le pasó?-preguntaron los padres y Pamela desesperados y se agacharon para ayudarlo.
Luciano tenia cabeza de serpiente, cuerpo de ave, tenía cola de delfín, y garras en las patas delanteras y tenía una larga trompa de elefante.
-El extraterrestre se asustó porque escuchó a el niño aproximandosele muy rápido y lo transformó en eso-contestó Joseph.
Los padres y Pamela levantaron la cabeza hacia la deforme cosa verde que los estaba observando. Tenia dos enormes cabezas que se conectaban a un mismo cuerpo.Cada cabeza tenía cinco ojos y dos bocas, pero ninguna nariz, ni ninguna oreja.Tenía seis tentáculos, tres de cada lado.
-Hola-dijeron los tres a ver si así no les hacía lo mismo que a Luciano.
-cucuchichipa-le tradujo Joseph al extraterrestre.
-¿Qué le dijo?-preguntó Sergio.
-En mi visita a Marte aprendí idioma extraterrestre, todo lo que ustedes le quieran decir, yo se lo traduciré-contestó Joseph.
-Pupifercukidefa asko liepra miecu jasi-le dijo Joseph al extraterrestre.
-¿Qué le dijo?-preguntó Laura.
-Le dije que les aga trajes para ustedes, porque nos iremos a Marte-
-Vejusa fioka yerdus-dijo el extraterrestre.
-El dijo que primero se hacerque la niña a que le tome las medidas para el traje-
-Mi hija no irá con esa cosa-dijo Laura.
-Señora, el es el único que puede hacer los trajes de protección, sin eso morirán-
-¿Y qué hay de mi hijo?, ¿lo va a volver a su forma original?-preguntó Sergio, casi al punto de llorar.
-Sediop xierdu tolied budioz wkap-dijo Joseph
-Durta okifr kikeka boil ciert llapo-le respondió el extraterrestre.
-Lo lamento mucho, en Marte es una falta de respeto correr hacia alguien, esa falta de respeto se paga con la deformación-
-Digale que le daré todos los dulces que pida-dijo Sergio desesperado.
-Refiou tyuhj copiu molkigo-dijo Joseph.
-bydop asrni fuer pazirfe-dijo el extraterrestre.
-El dijo que ese es un buen trato, pero no le pueden decir a ningun extraterrestre de este trato, porque devolverle a alguien su forma es contra las reglas-
Los cuatro asintieron.
Sergio se empezó a revisar los bolsillos.
-Creo que me dejé los dulces en el auto-
Subió a toda velocidad las escaleras. Salió de la casa, abrió la puerta del auto y agarró los dulces. Volvió a bajar las escaleras a toda velocidad. Cuando estaba en la puerta del sótano agarró algunos dulces de la bolsa, para que le quedaran otros para pagarle los trajes. Cuando entró en el sótano empezó a caminar despacio para que el extraterrrestre no se asustara y lo transformara en una mezcla de animales.
Cápitulo 13
Una vez que llegó a donde estaban todos le entregó los dulces que tenía en la mano al extraterrestre.
El extraterrrestre antes de empezar la transformación se comió algunos. Luego empezó a girar y a agitar los tentáculos.
-Apartense de el-les ordenó Joseph a Pamela y sus padres.
-¿Esa es su reacción al dulce?-preguntó Laura.
-No, está haciendo el conjuro-dijo Joseph-Apartense y agachense-
Los cuatro se apartaron y se agacharon, pero Luciano se tuvo que quedar frente a ese tornado que había armado el extraterrestre.
De repente Luciano estaba devuelta a su forma. Se alejó gateando hacia sus padres.
-Lu, ¿estás bien?-preguntó Laura.
Luciano asintió con la cabeza.
El extraterrestre les empezó a tomar las medidas a todos. Cuando tuvo listo un traje para cada uno Joseph dijo.
-Medroyu, Macluc desorfi juerasw liefiru juieve-
-¿Qué le dijo?-preguntó Sergio.
-Le dije que haga varias copias de esos trajes, porque nos iremos a vivir ahí-
El extraterrestre pegó sus tentaculos biscosos en los trajes y magicamente se empezaron a multiplicar. Multiplicó siete para cada uno.
-¿Está todo listo?-preguntó Joseph.
-Cariño, ¿puedes ir a buscar una valija?, vacía una-le pidió Laura a Sergio.
-Ah pa, y ami traeme a Pupi, mi oso de felpa-dijo Pamela.
-Vas a estar en Marte, va a estar todo lleno de extraterrestres ¿y necesitás tu oso de felpa?-le dijo Luciano
-Apresuranse, ya son las tres, el meteorito se estrellará a las cuatro de la tarde-dijo Joseph.
-Lo lamento señor, debe estar equivocado, nuestra nave sale a las cuatro-
-Los extraterrestres habrán calculado mal-dijo Joseph.
Capítulo 14
Mientras tanto...
El padre estaba bajando las escaleras a toda velocidad. Cuando llegó al auto se dió cuenta que lo había dejado habierto, y le habían robado.
-No lo puedo creer, Argentina está cada vez peor, roban hasta cuando se están por morir todos-se dijo el padre.
Volvió a entrar en la casa. Se le ocurrió buscar una valija ahí. Encontró dos valijas y se las llevó. Vajó a toda velocidad las escaleras.
-Llegué-dijo jadeando.
-Esas valijas no son nuestras-dijo Laura.
-Nos robaron-dijo, agarrando todos los trajes y metiendolos en la valija.
-Esas valijas son mías-dijo Joseph.
-Le traje una a usted-dijo, entregandosela.
Sergio le dió los dulces que le quedaban a Macluc (el extraterrestre).
Se adentraron más en el sótano. Doblaron para la derecha, donde había un largo pasillo, en el medio del pasillo estaba el portal.
-Para no tener que subir a cambiarse, ponganse los trejes sobre la ropa-dijo Joseph.
Todos se pusieron los trajes.
-Yo iré primero-dijo Sergio.
-Es mejor que yo valla-dijo Joseph.
Y sin escucharlo, Sergio paso por el portal con los ojos cerrados.
Capítulo 15
Los habrió y se encontraba en el otro lado del pasillo. Volvió a pasar por el portal.
-¿Por qué volviste?-preguntó Joseph.
-Porque el portal no funcionó, aparecí del otro lado del pasillo, como si el portal no existiera-
-No lo entiendo, prueben llendo los cuatro-
Fue toda la familia junta, uno tras otro. No había funcionado. Volvieron a pasar.
-No funcionó-dijo Sergio.
-Está bien, esperen un momento-dijo Joseph.
Joseph atravesó el portal. Lo había logrado, estaba en Marte, pero tuvo que volver con la familia.
-Que raro, yo si lo pude hacer-dijo Joseph.
Empezó a pensar, no se le ocurría el motivo por el cual, la familia no pudiera ir a Marte.
-¿De casualidad, ustedes firmaron un contrato?-preguntó Joseph.
-Si-dijo Laura.
-Las reglas intergalacticas dicen que si ustedes firman un contrato, la única manera que hay de que se rompa, es con una pelea-dijo Joseph.
Siguieron todos a Joseph, que hiba camino hacia donde estaba el extraterrestre.
-Goieras giol dipo juger-le dijo Joseph a Macluc.
Macluc los siguió. Salieron del sótano, subieron las escaleras, salieron de la casa y los seis entraron al auto. Conduciendo adelante, hiba Sergio, del lado del copiloto Laura y Joseph compartían el asiento, y atrás hiban, Pamela, Luciano y Macluc.
Cuando llegaron a la NASA todos bajaron del auto y tocaron el timbre.
Luis, el extraterrestre, otra vez convertido en duende les abrió la puerta.
-Llegaron temprano, y con companía-dijo Luis.
-Queremos hablar unas cosas con el jefe-dijo Joseph.
-¿Y usted quién es?-preguntó Luis.
-Yo soy Joseph Smith, encantado en conocerlo-dijo estirando la mano.
-Quisiera poder decir lo mismo, esperen aquí que llamaré al jefe.
Mientras Luis entró a buscar al jefe Joseph dijo unas cosas.
-Dejanme hablar a mi, yo se de esto, y se cómo hay que tratar a estos extraterrestres-
-¿Y cómo hay que tratarnos?-preguntó el jefe atrás de Joseph, dandole una sorpresa.
Joseph se quedó mirandolo, sin decir nada.
-¿Qué hacen aquí?-preguntó el jefe.
-Vinimos a romper el contrato-dijo Joseph.
-Pues eso no sería justo, siendo que nosotros ya no tenemos magia devido a que nos convertimos en mortales-dijo Luis.
-Pero las reglas intergalacticas dicen, que pueden elegir a alguin para que peleé por ustedes-dijo Joseph, y siguí-si no consiguen a nadie, y no quieren intentar pelear sin magia, temo que la pelea estará perdida para ustedes y el contrato se romperá-
-Ya volvemos-dijo el jefe.
-¿Por qué no se dejan perder, y que busquen a otro que quiera viajar con ellos?-preguntó Laura.
-Porque, una vez que se desafía a alguien a una pelea, no para hasta que alguien muera, esta pela es de vida o muerte-dijo Joseh.
Capítulo 15
-Pero nosotros no podemos pelear-dijo Laura.
-No, pero pueden pedirle a alguien que lo haga por ustedes, y ese alguien va a ser Macluc-dijo Joseph.
El jefe y Luis volvieron, pero con compañía. Atrás de ellos, venía un gigantesco monstruo. Tenía un ojo, era gordo, tenía unas enormes orejas puntiagudas y una nariz puntiaguda, tenía unos labios gruesos y era muy peludo, tenia pies enormes con garras, pero no tenía brazos.
Todos cuando lo vieron se asustaron, el único que no se asustó fue Joseph, que decidió probocar al jefe.
-Trajiste un monstruo sin brazos-
-Este monstruo es más que suficiente para vencer a...-
-A Macluc, el extraterrestre-dijo Joseph-por lo menos, el mío si tiene brazos-
-Si, pero no tiene colmillos-dijo el jefe-¿usaremos algún elemento?-
-Yo quiero, tres pares de patines, una soga y una manguera-dijo Joseph.
-Entonces yo quiero, una red, calefacción y una aspiradora-
Luis fue a buscar todo lo que le pidieron. Cuando vovió le dió a cada uno lo que hiba a usar.
Luis tiró un tiro contra el techo (era la señal para comenzar).
Lo primero que hicieron los dos fue, tirarse sobre el otro y empezar a pegarse.
-Si Mancluc muere, lamentablemente ustedes también, cuando vallan a Marte-dijo Joseph susurrando al oído de los padres.
Mancluc rodeó al mostruo y le ató los pies. El monstruo calló al piso dolorido, pero se fue arrastrando con sus garras hasta la aspiradora. Cuando la agarró, se sentó y empezó a morder la soga con sus colmillos. Cuando la desató, fue directo a Mancluc.
Mancluc se fué a arrastrando con sus tentáculos. Pero el mostruo era gigante y lo alcanzó.Prendió la aspiradora, y ella empezó a succionar a Mancluc. Luciano agarró la manguera y le tiró agua en la cara al monstruo.
-Detengan la pelea-dijo el jefe.
Cada uno se fue con su dueño.
-¡¡¡No!!!, no puedes hacer nada, él está compitiendo, eso es trampa-le dijo Joseph.
-Ya es tarde, el niño deverá pelear-dijo el jefe-¿qué elementos eliges para el?-
-Lo lamento mucho señores, pero su niño deverá pelear-les dijo Joseph a los padres-elijo, un par de guantes de boxeo, sal y una sombrilla-
-¡¡¡No!!!, él es sólo un niño, no quiero que arriesgue su vida-dijo la madre llorando.
-Yo elijo, un collar, una banda elastica y un equipo de música-dijo el jefe.
Luis se fué a buscar las cosas. Cuando regresó le entregó las cosas a Luciano.
Luciano y Mancluc fueron corriendo hacia Luis y el monstruo, y ellos hicieron lo mismo. El monstruo con la aspiradora otra vez se lanzó sobre Mancluc. Pero Luciano agarró la manguera y le dió en la cara. El monstruo soltó la aspiradora y Luciano fue corriendo hacia ella para apagarla.
Luis le tiró con su banda elastica a Luciano.Luciano calló para atrás, pero agarró los guantes de boxeo y fue corriendo hacia el. Cuando estuvo frente a él lo empezóa golpear.
Mancluc fue a buscar sus patienes y se los puso rápido, agarró la sombrilla y fue corriendo hacia el mounstruo que lo esperaba con la calefacción. La prendió y cuando Mancluc estuvo cerca, calló al suelo como llanta desinflada.
Cuando Luciano vió a Mancluc sin poder respirar, dejó de pegarle a Luis y fue corriendo por la manguera. Le tiró agua a Mancluc y él se recuperó rápidamente.
Luis agarró la sombrilla y fue corriendo asia el monstruo. Le empezó a clabar la sombrilla en sus gigantes pies. El monstruo se enfureció y tiró la red sobre el. Luciano sacó la sal del bolsillo y le empezó a tirarle al monstruo. Pero el monstruo esquivó la sal y prendió el equipo de música.
Mancluc, que estaba peleando con Luis, se derritió y con él, el jefe y Luis.
-Que tonto eres, pediste un equipo de música para derrotar a mi extraterrestre, pero parece que te olvidaste de que eres uno, devido a que pasas todo el tiempo transformado en un mortal-dijo Joseph.
Los problemas con Luis y su jefe habían desaparecido, pero el monstruo estaba vivo.
El monstruo se le acerco para matarlo. Le sacó la red de encimo y lo empezó a ahorcar con el collar.
-¡¡¡No!!!, sualta a mi hijo, monstruo peludo, va a matarlo-dijeron los padres, y empezaron a llorar.
Luciano se sostenía del collar para no ahorcarse. Pero se le ocurrió una idea, con una mano se sosteníay con la otra sacó la sal de su bolsillo. Le empezó a tirar al monstruo sal y este se calló al piso con Luciano.
Capítulo 16
Todos fueron corriendo hacia el.
-¿Estás bien?, no puedo creer que hayas ido a pelear-dijo Sergio.
-Despierta-dijo Pamela.
Luciano no se movía.
Joseph lo empezó a sacudir.
-Escuchen, con la pelea emos perdido mucho tiempo, solo faltan diez minutos para que todo el mundo explote-dijo Joseph-carguemos al niño hasta el auto, no tenemos tiempo-
Sergio y Joseph levantaron a Luciano y se lo llevaron hasta el auto, y Pamela y Laura ivan de la mano hacia el auto.
-¿Qué pasará con Mancluc?-preguntó Pamela.
-A muerto, de todas formas él se hiba a quedar aqui-dijo Joseph.
-¿Por qué no hiba a venir con nosotros?-
Se arrodilló frente a ella.
-Querida niña, yo le explique a tu padre algunas de las reglas, el extraterrestre no puede viajar por el portal, sólo puede volver a su planeta en una nave espacial, pero el prefirió quedarse aquí a morir, el no amaba mucho su vida, aun que, él era un extraterrestre, los extraterrestres no aprecian mucho la vida, nunca sigas el ejemplo de un exterrestre, deves apreciár la vida, porque la vida es un regalo de dios, siempre piensa en eso, ¿lo prometes?-
-Lo prometo señor-
-Eres una muy buena niña, sigue así-
Pusieron en marcha el auto, y Sergio empezó a conducir a toda velocidad. Llegaron a la casa y bajaron las escaleras lo más rápido que pudieron, no pudieron tan rápido porque tenían que cargar a Luciano. Cuando llegaron al sótano fueron rápido al portal.
Sólo les quedaban cinco minutos para que el meteorito se estrellara.
Pusieron a Luciano en el piso, para hacer otro intento de resusitarlo, antes de pasar por el portal. Se despertó.
-Tienen que estar relajados y hacerlo rápido-dijo Joseph.
Agarraron las valijas que habían dejado a un costado.
-Yo lo haré primero-dijo Joseph.
Joseph pasó. Había que apurarse sólo quedaban tres minutos.
Sergio pasó con Luciano de la mano. Laura pasó con Pamela de la mano.
Llegaron a Marte y ver ese planeta increíble es el sueño de cualquiera. Edificios altisimos, naves volando por todas partes. Todo lo que veían era verde. Habían animales azules por todas partes, tigres, leones, monos, panteras, hienas, guepardos, etc.
-Wow-dijeron los cuatro.

Continuará...

Texto agregado el 12-04-2010, y leído por 71 visitantes. (0 votos)


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