Desperté esa mañana con tu llamado.
Y en mi cama yacía otra vos.
Bajé sin prisa las escaleras.
Calma, sigilosa, expectante,
cual gata en plena casa.
Que cómo estas? y que has hecho?
Que dónde estas? y cuando has vuelto?
Preguntas que se hacen por hacer,
respuestas que se dan por compromiso.
Pero el llamado está, el llamado se hizo,
por algún motivo más allá del aparente.
Y unida a ti sigo yo estando,
conectada a través de un cable.
Si tan solo hubieras dicho quedate.
pero me has querido como sabes querer,
libre cuál pájaro de río.
Y te he llorado tiempo,
y te he añorado distancia,
y el alma se fue curando,
en otros nidos acunando
Y después de ponernos al día,
saber que hay que cortar,
comienza el dolor en el pecho,
y ese nudo en la garganta,
para dejarnos volar.