Primer sueño: La olla dorada con café.
Amigo X y yo llegamos a una cocina. El se sentó en una silla frente a mí, pero yo me levanté para preparar café, no vi en qué momento prendí el fogón y puse la olla... me vi batiendo el café despacio en una olla dorada brillante, con orejas grandes y puesta sobre el fogón más alejado a mi izquierda (son cuatro normalmente en una cocina). Empecé a batir el café más rápido y noté que entre más rápido lo movía se iba desapareciendo de la olla, hasta el punto en que veía el fondo dorado de la olla totalmente limpio, solo el cucharón moviéndose en círculos sobre la superficie vacía. Cuando dejaba de mover el cucharón, el café volvía a aparecer. Entonces sentí miedo de que se derramara y busqué la perilla para bajar la candela, pero no había perilla... no podía bajar el fuego, así que me tocaba revolver rápidamente para que el café desapareciera y no se derramara. Paraba de vez en cuando y el café subía como espuma, entonces volvía a revolver y lo desaparecía nuevamente.

Segundo sueño: La pared amarilla.
AmigoX estaba pintando y escribiendo frases en una pared amarilla de esas viejas, hechas con barro y ladrillos viejos. Tenía solo una brocha con pintura azul. Yo estaba de pie, con mi cámara en las manos a pocos metros de mi amigoX, tomaba fotos de lo que él estaba escribiendo, los dibujos no me llamaron la atención; las frases me eran confusas, no podía interpretarlas, las leía normal pero no las entendía. Las letras eran grandes y alargadas, ninguna tenía una forma redonda, ni siquiera la O... eso me resultaba muy extraño y curioso en el sueño.

Tercer sueño: El sendero con raíces.
AmigoX y yo caminábamos por un sendero lleno de vegetación a los lados. Estábamos viendo unas flores amarillas con centro negro, con pétalos desproporcionados. Él se quejaba refunfuñando por el color de las flores, decía que debían ser rojas, que las iba a pintar rápido. Yo le decía que era inútil, que la pintura se caería cuando crecieran y que al nacer nuevas vendrían en color amarillo, porque así habían sido siempre y no podía cambiar eso. Entonces veía como empezaban a salirme ramitas de los pies, como raíces... a mi amigoX también le salían y empezamos a correr para que no nos alcanzaran a llegar a las rodillas.

Cuarto sueño: Los besos con ácido.
Yo estaba recostada en un cuarto oscuro sin ropa. AmigoX se acercó a mí y empezó a besarme el cuerpo desde la cadera hacia arriba, al principio solo noté los besos... cuando empezó a acercarse a mi pecho vi unas marcas en forma de labios que me estaba dejando en la piel, entonces sentí dolor... me ardían los besos, como si fueran besos con ácido. Veía claramente como mi piel hacía burbujitas como hace el plástico cuando se está quemando. Le pedí que parara, pero ni yo tenía ganas de que lo hiciera ni él quería parar, entonces vi la silueta de un niño en la puerta por donde entraba la poca luz amarilla que me dejaba ver, el niño estaba viéndonos y lloraba asustado.