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Otro aporte ,de GEMA, a la recreación del alma

La Visitante.
La casona tenía un corredor y una escalera que daba al patio, donde el único árbol existente era una higuera. A veces yo me sentaba en la escalera con mi hijito en brazos a darle su mamadera y contemplaba esta vieja higuera con su tronco desgastado y sus ramas como brazos queriendo alcanzar el cielo azul. Parecía querer escapar de esta selva de cemento y fusionarse en una partícula del cosmos. Cierto día bajé esta escalera con mi hijo en brazos cediendo a la tentación de unos higos maduros que invitaban a ser probados. Al llegar a la higuera bajé de mis brazos a mi hijo y lo dejé sentado bajo la sombra de su follaje, apoyándolo suavemente en su tronco. Muy cómodo y contento él esperaba con paciencia cada preciada fruta que yo le alcanzaba. Así estuvimos disfrutando largo rato las delicias de los higos maduros. De pronto algo llamó mi atención. Oí un ruido de caminar con tacones altos por el corredor de la casa. Me enderecé a mirar, y por entre las ramas de la higuera divisé a una dama que se acercaba a nosotros. Al observarla. Lo primero que noté fue su sombrero negro antiguo, y, a medida que se acercaba este pisar de tacones, se perfilaba la figura de una dama. Pude observarla con atención cuando ya llegaba hasta la escalera para empezar a bajar los escalones y venir hacia la higuera, donde estábamos nosotros.
La veía perfectamente, era una señora ya mayor, de 80 a 83 años de edad, vestida correctamente con un traje negro. Adornaba su cabeza con un sombrero que le daba un aire de dama aristocràtica.Quise ir a su encuentro. Me agaché para tomar a mi hijo en brazos y cuando me enderecé ya no estaba. No la vi más, por ninguna parte...
La casona era grande y constaba de varias habitaciones, decidí buscarla. Fui primeramente a la cocina, que quedaba cerca del patio, pero allí no estaba. Recorrí de prisa todas las habitaciones buscándola y no estaba. Hasta ese instante yo estaba muy tranquila, aún no aparecían pensamientos inquietantes, pero a medida que pasaban los minutos y la misteriosa dama no aparecía, comencé a inquietarme. Caminé hacia la mampara de la calle y al llegar a esa puerta noté que por fuera estaba cerrada con un andamio que habían puesto unos maestros que estaban pintando el frontis de la casales golpe .los vidrios, Uno de ellos me miro y entendió mi gesto, por lo que se bajo del andamio, dejó el galón de pintura y el rodillo en el suelo, empujo el andamio para desbloquear la puerta y poderla abrir para atenderme. Le pregunté si había visto a mi tío con una señora, a la que recién yo había visto desde el patio. El maestro pintor me miro sin comprender mucho lo que le decía, pero finalmente me contesto.;-No he visto entrar a nadie a la casa. Además si alguien hubiera entrado yo tendría que haberlo visto, ya que esta es la única entrada. A su tío lo vi esta mañana cuando me vino s dejar los galones de pintura y me dijo que se iba a la playa.
Atónita, le musite ^gracias^.Cerre la puerta y el hombre instaló de nuevo el andamio bloqueando la entrada y siguió pintando como si nada hubiera pasado. Yo quede con una angustia tremenda.
Las horas avanzaban, y empezaba a oscurecer cuando los maestros se fueron. Entonces comencé a sentir el peso de esa gran mansion.Mi soledad sólo podía soportarla gracias al calor del cuerpecito de mi hijo apretado al mío.
Muchas HORAS DESPUES, ESA MISMA NOCHE recibí la visita de mis hermanos . Les narré lo ocurrido y quedaron impactados. Seguimos buscando juntos por la casa buscando más alguna explicación que a una persona. Buscamos hasta por debajo de la cama. De pronto, sentimos el llamado de uno de mis hermanos , quien, al mover una vieja alfombra de la galería había descubierto una especie de puerta en el piso de madera. Levantamos aquella puerta y, con la ayuda de una luz de una vela, vimos a través de las telarañas que una escalera descendía hasta el sotano.Mis hermanos, cada uno con una vela en la mano, comenzaron a descender hacia la oscuridad. Uno de mis hermanos iba adelante y decidimos que el otro se quedara al término de la escalera mientras, Paulo exploraba el subterráneo .Ya que si las velas se apagaban por alguna razón entonces sabrían como regresar por la escalera. Paulo halló un muro de ladrillos que dividía en la mitad el espacio del subterráneo y no pudo seguir avanzando, pero al continuar caminando por el borde del muro, de pronto la tenue luz de la vela iluminó un hueco rectangular, como una ventana pequeña al medio del muro La estrecha ventana no era lo suficientemente ancha para pasar a través de ella, pero Paulo pudo introducir su brazo con la vela y asomar la cabeza para el otro lado. No logró ver nada más que un espacio vacio hasta donde llegaba la claridad de la vela. Mis hermanos subieron la escalera de regreso hasta la galería donde yo los esperaba y me comunicaron que no se podía seguir avanzando y que hasta donde llegaron no encontraron nada. La pesada puerta y la alfombra fueron devueltas a su lugar, tapando definitivamente la entrada y terminando así la búsqueda.
Pasaron los días y este echo paso al olvido. Un fin de semana fuimos invitados almorzar a casa del tío .ESTABAMOS EN EL COMEDOR CUANDO SENTI EL IMPULSO DE PARARME E IR A MIRAR UNA VIEJA FOTIGRAFIA QUE LLAMO MI atención al TOMARLA EN MIS MANOS Y OBSERVARLA DETENIDAMENTE,RECONOCI A LA SEÑORA DEL SOMBRERO NEGRO. La MISMA DAMA QUE HABIA VISTO EN LA CASONA. Intrigada LE PREGUNTE AL TIO QUIEN ERA LA DAMA DE LA FOTOGRAFIAºº Ah! Contestó, esa señora de la fotografía era la mejor amiga de mi madre .La visitaba siempre, incluso después la tía y su amiga fallecieron, esa señora sigue visitando la casa, especialmente cuando llegan nuevos huéspedes.



Texto agregado el 22-05-2010, y leído por 261 visitantes. (8 votos)


Lectores Opinan
27-05-2010 felicitaciones Gema y gracias Negrete,fue una gratisima experiencia leer este texto.******* shosha
24-05-2010 ¡Que grata experiencia ésa! No todos tienen el gran privilegio de ver seres de otras dimensiones: son muy pocos los elegidos. Hermoso relato y cautivante narrativa. Se siente una historia cierta, vívida y contada con la emoción que inspiró al narrador. Un abrazo, amigo por subir esta historia tan bella. SOFIAMA
24-05-2010 Son cosas que a vecs suceden. Mas que cuento, me parece un relato de algo vivido. Parece que entre la vida terrena y la eternidad, hay un "espacio" intermedio. Como relato, lo encuentro bueno. ¿Felcitaciones! simasima
23-05-2010 Excelente texto, un gusto leelo. ***** arielariadna
22-05-2010 Gema, disfruté tu relato, me mantuvo atenta hasta el final....sé de esas situaciones, son un misterio aún. Te sugiero corregir detalles de escritura y presentación de texto. Felicitaciones!! 5* lolisima
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