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Capitulo





Nirvana permanecio con la mano cerca de la boca por si Henry volvia a mencionar un tema que la hiciera dudar.
-Pensaras que es un poco tonto, pero por mi, puedes mirarme toda la noche.
Le hizo una mueca imitando su burla y él siguio con la misma expresion de niño revoloteado.
-Ademas, si se me escapa alguna idea, tu me puedes decir alguna de las tuyas….
-Si lo se no te lo dejo -dijo ella-.
-Pues ahora ya es tarde -contesto el-.
-Para que no veas el cuaderno…-añadio-.
-Porque, a no ser que tu hayas pensado en construir una maquina del tiempo -y remarco con gracia la palabra pensar- no podras evitar que lo haya leido.
-No.
Mientras Henry hablaba, ella sostuvo sobre sus hombros una ilusion de cabellos rubios que le hizo percibir mas el ataviado moño y apreciar con mayor facilidad su cuello descubierto. Al dejarlo desnudo, daba lugar a que se le pudieran ver los lobulos e imaginar suavidad desde cualquier parte de la habitacion.
-Me pregunto si te seguiras riendo cuando lea tu libro.
Nirvana lo dijo sin ningun acento en la voz. Y Henry se alegro de que ella tambien estuviera aguardando hablar de otra cosa.
-Si -dijo copiandola- pero espero que sea también de alegria.
-Te veo mejor, Henry.¿Tambien estas contento?-pregunto haciendose la tonta-.
-Si, ¿tu no? -continuo el con las insinuaciones-.
-Claro que lo estoy -dijo ella-, me acabo de dar cuenta de una cosa muy importante.
Henry asintio dandole paso a que continuara.
-¡Aun no has cenado! -y salio de la habitacion para traerle algo de comida-.

En ese momento deseo matarla por todo lo que le estaba haciendo. Pero pronto imagino que ella tambien estaria pasando por lo mismo.
Como no supo que decir despues de haber leido parte del diario, penso que continuar haciendolo podria traerle mas confusion y decidio sencillamente quedarse esperando.
Recordo una tarde en la que tuvieron que robar fruta de los arboles para poder continuar con la misma energia el resto del dia. Empezo a emanarle paz a traves de todos sus capilares por seguir siendo igual que en esos tiempos.
El trayecto que hacia la sangre hasta sus organos, lo aprendio en varias tardes de estudio.
“Antes de que llegue la emocion -contaba con entusiasmo a una Nirvana recostada sobre su pecho- tienen que darse varias condiciones. Que la emocion sea pura, es decir, que sea completa y absolutamente verdadera. Tambien es importante que no excedan sus componentes. Ninguno. Pues seria un desbarajuste de mezcla y podria meterte en un embrollo. Como los problemas de horarios que tengo yo con mi madre -y hacia que se riera-.Otra condicion -prosiguio- es la intensidad de la situación. Sin olvidar el trayecto interno, desde luego. Al principio, todos los ingredientes estan en el cerebro y para desencadenarlos tienes que encontrar el truco que los libera. Si ,por ejemplo, te digo que te aprecio mucho durante todo el dia, puede que al final te acabes cansando mas de lo que me podrias agradecer si te lo dijera una sola vez al despedirnos. Por otra parte, deberas tener un buen aparato circulatorio por el que circulen bien tus impresiones -y le marco una “U” debajo del cuello para indicar como seria su trayecto-. Finalmente, hay una condicion indispensable sin la cual nunca podras tener cualquier emocion. Que seas capaz de imaginar conseguir mas de lo que esperas. Lo cual -dijo haciendo una pequeña observacion-,a mi me tiene perdido. Porque, si tengo que creer que voy a sentir mas de lo que creo que sentire, ¡estare todo el dia imaginandome como va a ser!.”
Nirvana no llegaba y, sin escatimar en recuerdos, su memoria empezo a vagar.
“Una de las tardes de entre las semanas de mayo resulto ser muy inusual. Se disponian, al igual que hacian siempre que ninguno de los dos tenia planes para ese dia, a pasear por los campos que rodeaban la cabaña de Nirvana. Atravesandolos sin un camino por el que poder discurrir mas comodos, guiaban sus ojos al color resplandeciente de las flores durante sus charlas y daban giros y cambios de rumbo sin ser conscientes de la brujula que los manipulaba. En una de esas semanas, el paseo se repitio y el aburrimiento se acrecento volviendose atencion.
Cada vez que decidian caminar por ese terreno, terminaban cruzandose con los mismo obstaculos en la tierra aunque empezaran desde puntos tan alejados como quisieran. Y Henry no supo decirle el por que a Nirvana. Si quiera hubiese inventado una pequeña de sus amenas historias, podria haber dejado al menos un corazon tranquilo. Pero la impresión que le causo, empapo por completo su imaginación dejandole a la intemperie y con una mirada perdida ante los ojos de Nirvana.”
Al momento, Nirvana llego con un plato entre sus manos que parecia sacado de una vajilla de oro antigua. Si bien no era una ensalada, contenia bastantes verduras y hortalizas juntas. Supuso que acababa de mezclarlo todo con la misma prisa con la que un granjero llega, se sienta, come , y se va otra vez al campo. Las lecturas de ese diario le habian provisto de un delicioso bocado para el corazon pero sus tripas esperaba una sensación mas tangible. Como una buena comida o una explicación que las apaciguara totalmente.
Nirvana le observaba sentada en el reposabrazos mientras comia. Tenia otra vez el mismo semblante de llaneza y lo miraba con la maravillosa sinceridad con la que un niño decide regalar algo suyo. Habia veces en las que si se emocionaba bastante por cualquier suceso, tenia que terminar tocando algo, parecia que no quisiera que le arrebataran la vida y estuviera agarrandose al mundo por cualquier pliegue. Asi que, cogiendose la mano izquierda con la derecha para aprovechar el viaje, se las llevo cerca de sus piernas para que reposaran.
“No puedo evitar preguntarme que estara pensando -al decirlo su cuerpo se desplego como si fuera una flor-. Puede que el tambien desee lo mismo. Si, seguro que lo hace. Lo hace a escondidas porque le gusta verme sufrir. Por sentir y sin sentido. Porque me conoce. Y posee mis barras y clavijas. Sabe que en mi futuro, como en el suyo, cesan las coordenadas. Que podriamos hacer lo que quisieramos. Funciona. Si, podriamos vivir improvisadamente y de improvisto. La vida, como sucede con todas las demas cosas, tiene mas sentido, si no el verdadero, cuando se hace en secreto. Uno para el otro. Funcionaria. La maquina se moveria. Y mejor de lo que lo haria con un buen conductor. Lo haria sin obstaculos, atravesando montañas sin caminos. Sin notar valles. Como los descontrolados movimientos de cabeza de un gorrion o el palpitar de las hojas por la corriente de su viento. Algo natural, salvaje, extraordinario. Verdad. Sin el oxido de una espera. Con la magia del crecimiento de una semilla. Sin la preocupacion del riego. Con la certeza de que no dejara de haber vida. Y la soberbia de un reino sin puertas. La libertad de amor que producen las fiebres de belleza. Sin antídoto. Ni remedios. Extrayendo alimento de entre dos piedras y calor de entre miradas. Sin telescopios de semejante calibre. Rompiendo las brujulas sin resquebrajar el corazon. Con firmeza y sensibilidad en cada sistole. Con el incesante y sincronizado redoble del bombear. Igual que los vientos no mueven solo una hoja cuando avientan. Te quiero con locura-penso recitando-. De dos en dos. Sin poder controlarlo. Y sin saber que hay dentro de mi. Uno a uno. Sin ti ni contigo. Te quiero. Sin ti. Ni conmigo. Para confundir mariposas y caramelos me tiene que suceder esto.”

Nirvana le miraba ahora con un verdor y aspecto florido.
Sus labios se habian vuelto mas carnosos y sus mejillas estaban encendidas. El cuerpo se habia erguido y envolviendo los ojos aparecieron sendas esferas rosas. Increiblemente su vientre disminuyo y las piernas se tensaron. “Una bella temeridad” penso a la idea de besarle. ¡La timidez de tantos años parecia habersele esfumado en un momento!.

-¿Estas bien?-pregunto Henry deslumbrado por ese mirar-.
-Si, ¿no te lo parece? -y sonrio-. Si todavía tienes hambre puedo traerte mas.
-No, gracias -balbuceo-.¿De verdad que te encuentras bien?-insistio-.
-Claro que si, Henry -dijo mas feliz que antes-.Venga, dame el plato.
-No, no he terminado.
-Pues entonces no me preguntes tanto y come.
Antes de agachar de nuevo la cabeza, mantuvo su mirada una decima mas de lo normal y Nirvana advirtió en su atencion.
-¿Qué pasa?.
-Nada nada. Es que te encuentro… radiante.
-Sera la comida -respondio sin apartar la mirada de el-.
Henry la sostuvo con esmero para comprobar si era normal que no apartara la vista.
-Vale. Dime que pasa.
-¡Nada! -rio-.¿Qué va a pasar?.
-No lo se, dimelo tu. En estos ultimos treinta segundos algo te ha… cambiado, y no se que ha sido.
-Ya te he dicho que es la comida. Llevas todo el dia aquí leyendo y estas hambriento, es normal.
-Nirvana…-dijo sin creerla-.
Ella rio.
-Dimelo.
-¿El que?-pregunto-.
No miro a otra parte. Henry permanecio mirandola hasta que sus ojos provocaron una sonrisa por su sagaz ingenuidad.
-¿No me lo vas a decir?.
-Mira Henry, acabate el plato y luego hablamos. Que te veo agotado -agrego para mas guasa-.
-Bien, lo hare. Pero me contaras lo que te pasa.

Texto agregado el 23-05-2010, y leído por 59 visitantes. (0 votos)


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