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Inicio / Cuenteros Locales / toxica / El nombre del Viento -cap 9 \\\"Silencio y ruido\"

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Era como si la música flotara alrededor mío, y la gente avanzara en slow motion, los tintineos de los vasos fueran estallidos de supernovas y el tiempo avanzara lento solo para mí.
Por allá afuera la lluvia borraba los senderos, se apoyaba sobre los árboles, era todo ruido y silencio.
Dijiste que yo era una araña, que indolentemente echaba mi red sobre los incautos y disfrutaba de tener a mi merced toda su voluntad. Arrodillado frente a mí con los ojos verdes encendidos de una furia atroz que en nuestros casi 6 años de amistad nunca te había visto. Ya no podías ser mi amigo dijiste, no si me amabas así. Tienes que elegir dijiste. O él o yo, dijiste. Y si era él nunca más volvería a verte. Nunca más.
Una arcada me atenazó la garganta, la sensación de caer en el sueño, un miedo irreverente. No podía elegir. Amaba a Jorge y cirtamente te amaba a tí. Amaba la tibieza en su cama y el ardor en la tuya, la placidez de él y la tempestad tuya.
Con la mirada cansada te levantaste del suelo y te uniste a la fiesta, te vi avanzar con tu mal llevado metro ochenta y tu pelo claro golpeteando contra tu espalda.
No podía elegir. Me imaginé una vida sin la sonrisa de Jorge, sin la chispa de adoración en sus ojos cada vez que me veía, sin la suavidad con que apoyaba su boca a mi oído y murmuraba que me amaba. Sin su absoluta falta de talento.
Y luego me imaginé una vida sin tí, sin volver a ver la cicatriz que dejé en tu frente a los 12 años con el tejo de la rayuela de tu abuelo, sin dormirme cada sábado entre tus brazos tan calentitos, sin ver tu sonrisa cada vez que yo hacía un comentario divertido, sin tu sexo dentro de mí tan violento, sin recordar que en tu cumpleaños número 16 te regalé mi virginidad y tu me diste la tuya más muertos de risa que de placer, sin tu voz, sin tu perspicacia, sin tu humor, sin tí.
Durante una hora lloré aterrada, lejos de la fiesta y de la música, lejos de tí. Durante una hora entera reviví mis recuerdos, contigo y con él. Contigo, siempre contigo.
Y cuando volviste arrastrando los pasos, dividiendo la fiesta en dos, trayendo contigo la luz en medio de esa devastadora oscuridad, entonces nisiquera tuve que elegir.
Y luego me levantaste del suelo y puse mis dedos fríos entre los tuyos, supe que estaba en casa. Que el mundo podía ser una completa porquería, que yo era la hija de nadie, la hermana de nadie, la hija abandonada de una húngara loca, la rebelde extraña de una familia católica y que aún así estaba todo ok. Si estaba contigo estaba todo ok.
Me dejé caer en tus brazos al ritmo de una canción suave, la primera de la noche. Apoyé mi cabeza en tu pecho mientras bailábamos, mientras sentía tus brazos rodearme. Llevame a tu casa pedí y me miraste como si no entendieras, quiero ir contigo a casa repetí y ví tu mandíbula endurecerse , tus ojos brillar. Tenías 18 años, pero para mí eras un hombre.
Cuando salimos hacia tu auto ya había escampado, la lluvia había dejado charcos traicioneros en el suelo y un olor a tierra mojada que casi atontaba los sentidos. Me metí despacio al auto, mientras tu luchabas por meter en el asiento de adelante a mi ebrio y despechado ex novio.
Te vi pasar frente al capó, iluminarte entero por un par de segundos antes de que entraras al asiento del piloto y encendieras el motor. No dijimos nada. Me limité a abrir la ventana y a aguantar el frío en la cara, con la barbilla apoyada en la puerta. No dijimos nada. Ni siquera cuando mi ex se volvió y me tomó del cabello . No recuerdo haber gritado, nisiquera recuerdo haber oído tu voz mientras soltabas el volante para obligarle a dejarme. Pensé en Jorge durante un par de segundos, en su risa. En la forma en que pronunciaba mi nombre. Y en ese momento el auto dio un brinco atroz y me vi libre de las manos que me tenían presa. Entonces miré hacia afuera, hacía el parabrisas, y ví las luces de tu auto, apuntando hacia la nada.
Inima- dijiste y pude ver tus ojos muy abiertos por el retrovisor. Pero ya estábamos cayendo, muy rápido y en completo silencio hacia abajo,allí hacia donde la lluvia había borrado los senderos y donde todo era ruido. Silencio y ruido.



http://www.youtube.com/watch?v=FdD6RMICpfg

http://www.youtube.com/watch?v=mR7LtmjPB -M&feature=related

Texto agregado el 12-06-2010, y leído por 278 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
16-06-2010 No me saltes encima, ¿sí? Pero seré franco: a este escrito le hace falta expresividad, sabor, pero también valentía de decir las cosas. No sé, es como si te diese pena, inclsuive, decir qué hiciste. Vamos, si en mis escritos dejas comentarios picantes (claro, no dirigidos a mí -aunque me gustaría-). Pero en fin, te muestra tan libre en tus comentarios, pero tan callada en tus textos que no sé, no me convences. Votaré uno. Por otra parte, ya reparé el texto ( gracias por la sugerencia). Te cuento que intenté componerlo en "presente histórico" (e.j.: "En el año cae el Imperio Romano" o "A fines del siglo XIX se inventa el cinematógrafo"), pero el asunto como que me salió patas arriba. Chao Kodiak
15-06-2010 Un texto realmente bueno firpo
12-06-2010 Me encanta tu forma de narrar las cosas,espero el siguiente escrito. casanova08
 
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