| Me carga la familiay la prosa
 
 la absurda racionalidad de la lógica, lo normativo y lo positivo
 
 me cargan las palabras con su tremendísima reversibilidad
 
 me asquea, la familia nuevamente, el diálogo  del mundo, el diálogo paralizante de los millones preocupados por la paralización, esta situación azaroza, esta decadencia inevitable, estas metáforas ambiguas y vacías de letras, vacías, livianas, prostituyendose como un grito, como una bandera, como el ozono, diluyendose despacio, cayendo inexorablemente sobre nuestras más pesadas rebeldías, vacías, carentes,  convertidas en lugares comúnes por el manoseo, por el marketeo, por el asco y el desasco.
 
 a lo anterior sumemos la crítica, completamente carente, distante, ajena, la obra que la genera es imposible de interpretar en el sentido en que se genera, imposible de comprender, imposible
 
 
 más vómitos
 
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