Silencio absoluto gobierna mi vida, ni risas ni llantos perturban mi alma... pero qué sucede, se mueve, no lo creo, palpita, me estremezco, me callo pero vuelve, no sé qué hacer, ya he olvidado lo que se siente, me alegro pero me entristezco, el cajón de los recuerdo se ha desempolvado, no quiero mirar, mis ganas me traicionan, pero ya no estás tú, otras pupilas ocupan tu espacio, otra sonrisa se roba mis lagrimas, un viento helado atraviesa mi cuerpo, una de las moiras ha hablado, mis oídos se ensordecen a sus palabras, no quiero saber que pasará, no quiero escuchar el triste final que siempre me ha acompañado, quiero cambiarlo, sigo aturdido, siglos pasaron desde la última vez que te sentí latir, pensé que mi corazón había muerto, pero ahí estas, no te puedo controlar, una nueva ilusión nace en ti, esa piel morena apacigua mi llanto…bah pero a quién engaño, deja ya de latir, deja ya de buscar ese lugar al final del arcoíris, solo soy uno más en tu larga lista, mi mundo de faunos y hadas quizás no esté hecho para ti, me sangra cada palabra, no quiero resignarme ante ti, algunas horas he estado a tu lado, algunos minutos tratando de conocerte pero tan solo un segundo sintiendo tu ternura, quizás sea la única y última vez que mi ojos vieron tu alma, quizás lo seguiré alimentando con ilusiones por un tiempo antes de darle de nuevo la estocada final, y quizás así aprendas nuevamente a dejar de latir, de soñar en búsqueda de tu felicidad. Paula C.