UTOPIA

La educaciòn es el pilar fundamental de la sociedad democràtica- rezaba el titular de un diario capitalino- que estaba encima de un escritorio, justamente en el centro de la oficina del director de la escuela No. 23 de la localidad de punta verde.
A esa escuela habìan concurrido casi todos los habitantes de la localidad, digo casi todos porque los mas pudientes iban a la otra escuela, catòlica, de los padres benedictinos.
El director tenìa los cajones llenos de cartas enviadas a la superioridad, en la capital, pidiendo ayuda para la escuela.
Hacia ya un mes y medio que no se podìa dar alimentos a los niños que concurrìan al aula, porque la cocina no funcionaba, y aunque se arreglara no habìa alimentos para cocinar.
De los cuatro baños que existian, tres no estaban habilitados, los caños ya demasiado vetustos no habìan soportado el paso de los años y habìan colapsado.
De las dos limpiadoras que habìan contratado para asear el local, una de ellas fue despedida porque no habìa rubros, y la que quedaba habìa amenazado con irse, porque no daba a vasto con todo.
Aunque desde el gobierno se decìa que cada escuela tenìa su sicòlogo, en aquella nunca lo habìan visto.
Muchas veces el director habìa pensado en abandonar su puesto y aceptar la oferta del colegio catòlico que le habìa propuesto hacerse cargo de la direcciòn de tan prestigioso instituto.
Ese dìa cuando viò el titular lo invadieron sensaciones contradictorias, por un lado hacer realidad sus pensamientos y abandonar a sus niños, porque pensaba que todo igual estaba perdido y que estaba desperdiciando una buena oportunidad, pero por otro lado una especie de rebeldìa lo hacìa testarudamente mas director de su querida escuela.
Pero el dìa de retirarse por su edad llegò y tuvo que jubilarse.
El dìa que se despidiò de su escuela, a modo de sìmbolo y de mensaje a sus queridos niños, recorriò todos y cada uno de los rincones donde habìa transcurrido mas de la mitad de su vida y ante todas esa caritas que seguian pidiendo ayuda les dijo: Que mi vida en este lugar les deje una enseñanza para todos : no alcanza con pedir, debemos hacer valer nuestros derechos y nunca abandonar los principios que tarde o temprano nos haran libres.