Un soplo frio cargado de vacío
Inunda ferozmente mi existencia.
El silencio carcome tu voz,
Y tus ojos se distancian como estrellas.
Ya no asomas a mi teléfono,
Ya tus uñas no me clavan tus huellas.
Te veo marchitar;
Y mi corazón a tu perfume se aferra...
Mi mirada te busca desde lejos
Mientras tu cuerpo del mío, se ahuyenta...
Yo te sigo con hambre de tu abrazo,
Huérfano de instantes tuyos,
Me pregunto mis fallos,
Me batallo si ha sido poco lo dado
O quizás si ha sido mi amor exagerado...
Me pregunto, mientras aun te busco...
Te sigo aunque ya no vea nada de ti,
Te amaso como un gato a la luna,
Como la nostalgia sueña en la noche
Desconsolada el hallazgo de la fortuna...

¡Espera!, (me gritan desde dentro)
Un vigilante utópico, un amigo común:

-Allá en el horizonte, parpadea una luz,
¿Será el retorno de mi vida? ¿Serás tú?-