| Razón: hasta cuando tengo que verte en ese estado?
 Corazón: te refieres a mi sentimiento por esta muchachita?
 
 Razón: Si, no se que es lo que te pasa.
 
 Corazón: pasa que aún no puedo sacarla de mi interior, ella quedó clavada en mi.
 
 Razón: si, claro, y por ella te estás desangrando, verdad?
 
 Corazón: así es.
 
 Razón: sabes, ya no soporto verte así.
 
 Corazón: es que ya no puedo hacer otra cosa, soy su prisionero.
 
 Razón: eso no tiene por qué ser así.
 
 Corazón: y entonces, que hago?
 
 Razón: veo que sigues teniendo falsas esperanzas, de que ella algún día volverá, y yo, francamente, estoy casi seguro de que eso no va a suceder.
 
 Corazón: si, creo que ella algún día volverá.
 
 Razón: pero que necio eres, ella no volverá, hagas lo que hagas; será mejor que te resignes.
 
 Corazón: la única forma de sacarla de mi interior sería la llegada de un nuevo amor.
 
 Razón: como sea, pero con tal de que no tengas que volver a sufrir de esa manera, porque si no, peor será el remedio que la enfermedad.
 
 Corazón: a veces quisiera mandar todo al diablo y dejar de latir para siempre.
 
 Razón: ni se te ocurra, recuerda que tu eres quien me mantiene viva y recuerda que fui yo la que te hizo recapacitar, cuando estuviste a punto de cometer una locura.
 
 Corazón: lo se y te lo agradezco.
 
 Razón: veo que no hay forma de convercerte, así que no me queda mas que decirte que actúes.
 
 Corazón: que actúe?, como?
 
 Razón: en lugar de seguir  llorando y lamentándote por lo que pasó, ahora debes retomar la lucha por llegar a su corazón.
 
 Corazón: entiendo, pero que pasará si vuelve a lastimarme?
 
 Razón: es un riesgo que debes enfrentar, estas son las armas que debes utilizar para emprender esta nueva batalla: la determinación, la fe, la esperanza, la  sabiduría, el valor, la energía y sobretodo el AMOR.
 
 Corazón: tienes razón, es hora de actuar, si no lo hago, lo lamentaré aún mas.
 
 Razón: ya conoces las consecuencias; te he dado las armas, como las uses y las estrategias que tomes ahora dependen solo de ti.
 
 Corazón: muchas gracias por ponerte de mi parte.
 
 Razón: no estoy a tu favor, ni en tu contra, yo me retiro de esta batalla, pero estaré siempre para darte ánimo y fuerza. Solo te pido que pase lo que pase, seguirás adelante.
 
 Corazón: Así lo haré.
 
 Razón: te deseo la mejor de las suertes en esta batalla, que será la última que vas a librar, por una noble causa, espero que salgas victorioso, ahora, adelante, soldado del AMOR.
 
 Corazón: Gracias amiga Razón, daré lo mejor de mi, ahora, allá voy, por ti, niña.
 
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