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		| cuando chico me quisieronme amaron, me amantaron
 me entregaron osos verdes y libros abiertos
 
 era mi madre que danzó en el fuego
 mi padre que enseñó a canallas
 la sangre que bebió mi ahorta
 
 después conocí las filas
 me hicieron un rectángulo cuadrado
 una tripa desteñida obligada a obedecer
 
 me dijeron profano
 ellos me decían que lo mío era falta
 que el llanto debía ser sacro
 
 sentía calambres al hablar
 rezaba a dioses que no existían
 los cinturones eran para castigar
 
 la historia ciertamente caló mis huesos
 contada por cualquiera era la misma
 había tanques y discursos que insultaban al cielo
 
 por la ventana gritaba libertad
 su significado aún no lo comprendo
 sí me consta que no era lo que esos cantaban
 
 la madre me paseó por el jardín de banderas
 el padre leía escupos en el sillón
 la hermana brillaba junto a la escaséz
 
 entré a los templos pero después no
 cuando me miraba el ombligo no había guata
 los compañeros me empujaron a la pileta
 
 conocí muchos lugares indómitos
 todos botaban basura menos yo
 la verdad es que lo recogí y lo transformé en versos
 
 me dijeron que no me comiera las uñas
 mi abuela no bebía pero decía la verdad
 mi abuelo alcanzó a herderarme su copa docta
 
 sentado en la primera fila sentía su piel
 el profesor me advirtió el peligro
 la guitarra reemplazó aquella saliva
 
 me quisieron pero no tanto
 yo los quise hasta cierto punto
 todo se disolvió junto a los nuevos bailes
 
 en aquel entonces ya recordaba el pasado
 una silueta voraz olvidó el futuro
 al presente maldito le debo estas infamias
 
 de blanco dijo que se casaría
 negro fue el traje nupcial
 los colores se embriagaron antes de la ceremonia
 
 estoy en un calabozo fantástico
 no quiero salir porque afuera hace frío
 llegó la primavera y sus mentiras de plástico
 
 no quedan cigarros ni cerveza ni claveles
 algo de su recuerdo transita extraviada por mi urbe
 los aplausos foráneos se adueñan de la fiesta
 
 al comienzo deseé que los maten a todos
 tiempo después y sin pensarlo mucho monté el rayo
 más tarde sucumbí ante el amo de las marionetas
 
 hace mucho tiempo y sin razón partió aquel amigo
 quizás una sóla canción bastó para citarlo
 no reside en el pie de página sino en el vientre
 
 imposible e ingrato sería frenar su silencio
 hijo de la melancolía abusada pero fiel
 las voces de arriba sucumben con su latido
 
 nunca estuve sólo por su gracia
 fecunda bendición erotizadamente absoluta
 viva réplica del destierro, amado destierro
 
 por ahí andan muchos que me miran desinteresados
 a mí me interesa su disenterés
 como cuántas hojas caen del árbol al anochecer
 
 me siento parado y duermo despierto
 ustedes también pero con mejor estilo
 todos brotando de un sueño voraz
 
 la marca es la misma que la imitación
 la raíz del anciano imita a la mosca caribeña
 su piel es un remedo de las nalgas mediterráneas
 
 esto pretende ser lo que no debe
 un mordisco homosexual a tus entrañas
 una guerra invisible
 
 los días siguientes todos despertamos
 otros duermen aún bajo los cables
 la mayoría agarró sus cosas y renunció al innombrable:
 
 es el de cuernos glamorosos
 furia desatada de la angustia
 su cola empapada de vigor
 
 cerraron las puertas en sus narices
 se quejan del fuego que obsequia al viento
 no quisieron escucharlo
 
 dijeron que debe ser ignorado
 amarlo es una prohibición
 llamarla por su verdadero nombre será duramente castigado
 
 cuando llueve nos embriaga
 en las explosiones nos entrega sabiduría
 las grietas del terremoto nos protegen
 
 no nos pide pausas ni disculpas
 acá todos somos responsables
 este juego pertenece a la llama que a todos nos une
 
 las enfermeras no tienen descanso
 si no me cuidan atacan mi conciencia
 siempre sonrió con su jeringa
 
 en una peluquería trabajó un tiempo
 recogiendo los cabellos de su doncella
 agradeciendo que le salvaran la vida
 
 su historia es la misma mía
 por supuesto hasta el momento de narrarla
 no quiero volver a repetir que los antifaces están vetados
 
 si quieres ser testigo de lo funesto
 ábreme la puerta de tu auto
 si pego un portazo mala cueva no más
 
 se arrodillaron más de alguna vez
 las ganancias fueron estrepitosas
 más adelante vino la desolación
 
 un ladrón esquizofrénico se quedó con el vuelto
 esa larva se llevó al perro poeta
 tu sonrisa estaba siendo engendrada
 
 basta de ya de discutir el llanto
 mejor apostemos por la selva
 me interesa el silbido felino y destripado
 
 imposible saber qué sucederá mañana
 luego de este fibroso encuentro
 un edificio que nadie quiere demoler
 
 se me olvida que pocos leen  está música
 para ellos un espasmo frutal
 una radio sonando en la cárcel.-
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Texto agregado el 03-10-2010, y leído por 2359 
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