En el silencio de esta noche, cierro mis ojos pasa por mi mente una parte de mi vida; como si fuera una película cuya cinta ha sido destruida y solo quedan visibles algunas partes que pronto desaparecerán.

Unas manos entrelazadas por debajo de una mesa, temores, miedos y luego ese torrente de sensaciones físicas, mentales y sentimentales que me estremecieron el cuerpo y el alma me llenaron de luz y felicidad y que yo decidí llamar Amor.

Días de muerte y situaciones difíciles que según yo fortalecerían ese torrente y luego... silencios y despedidas. Nada más quedo.

Luego de aquella noche en que sin reprochar nada entregué mi cuerpo por ultima vez intentando quedarme tatuada para siempre en ti de la misma forma en la que me tatuaste el alma. tu imagen se ha disuelto poco a poco entre promesas incumplidas y sueños rotos y como si fueras una alucinación tu vos, tus labios, tu cuerpo se han perdido enredados en otros labios, en otro cuerpo..en otras voces. Y sin embargo en días como hoy te extraño putamente aunque no quiera siento el mismo deseo absurdo y tonto de marcar el número que aún tengo grabado en mi memoria; en un solo día como hoy siento de nuevo el dolor, la rabia, las preguntas, la decepción que he logrado asesinar durante estos quinientos cuarenta y cinco días que han transcurrido desde aquella noche absurda en el café del centro.

Todo este día ha sido una lucha hormonal, mental, sentimental y física para no molestarme, llorar, buscar, para no re buscar lo que ya no sirve y pensar que en mi día quinientos cuarenta y seis logre dar un paso más.


Quizás por eso estoy aquí exorcizando mi dolor con la palabra escrita ya que las lagrimas no brotan y mi voz no expresa el sentir de mi ama.

Seotiembre 2- 2013. Pasarán días, años, siempre serás....siempre estarás