Estoy sin audiencia, sin algún asistente
en este viejo hotel, intentando cincelar
unos versos y como siempre solo.
¿Acaso no fui yo mismo quien
buscó la soledad para esposarse con ella?
Los días pasan como si llevaran prisa
no saben que para mí, su pasar es dañino.
Por su miserable culpa cada vez soy mas viejo y enfermo, los pies se cansan, la piel se arruga,
los huesos se debilitan y quedo inerme ante tantos hechos, pareciera ser que yo soy imán y ellos de acero, me persiguen, me atormentan, me matan, me pisan, me hacen saber que estoy vivo;
si no hubiese sabido que es estar enfermo; nunca hubiere sabido lo que es la sana vida.