| ¿Qué quieres, niña de mi alma,para dormirte tranquila?...
 si un cuento te da la calma
 aquí está el cuento, mi vida:
 
 "Érase un botón de rosa,
 érase un sólo botón,
 érase azul mariposa,
 érase un rayo de sol".
 
 Y esa mañana de gloria,
 cuando se encuentran los tres,
 comienza al fin nuestra historia,
 escucha, te contaré:
 
 "Decidieron los amigos,
 su belleza sin mancilla,
 poniendo a Dios por testigo,
 regalársela a mi niña"
 
 "El sol se quedó en tu pelo,
 en tus mejillas, la rosa,
 y en tus ojos, como el cielo,
 se quedó la mariposa"
 
 "Y como pasan las cosas
 en estas historias mías..."
 ¿No me escuchas, María Rosa?...
 pobrecita...está dormida.
 
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