Mis oraciones cortas,
son pocas
la simpleza,
es mi peso.

Doy rodeos,
a las palabras,
a los pensamientos.

No se de puntos,
solo de continuidades,
la eternidad
en la ausencia de finales.

Todo fluye,
crece,
en mi interior,
no perece.

Lo doy vueltas,
cerca del final
algo llega
y un nuevo principio
le da.

No se de conclusiones
que en el tiempo
se detengan
hoy tiene esa condición
mañana una nueva revelación.

Mantengo un línea,
una guía,
pero no hay hoja
que sostenga
lo infinito.

He buscado un punto final,
para mis oraciones,
una oración concluyente,
de un pensamiento determinante.

Y por primera vez,
la he encontrado
“Te amo y punto final”