Puedo extrañarte
como se extraña el invierno
en tiempo de seca,
pero lo cierto
es que no estás aquí.

Puedo tener los ojos más muertos
que un cielo sin estrellas,
pero apesar del invierno
y de mis ojos muertos
no estas aquí.

Deseo tanto que estes aquí,
como los brazos del mar
desean ala orilla de la playa.

Si se pudiera solo un minuto
solo un instante, si se pudiera
le pediria al tiempo que volvieras.




Autor: Gladys Galicia Cordova