QUE SE DERRAMEN LOS MARES SOBRE EL ESCRITORIO


Que se derramen los mares sobre el escritorio
las palomas vuelan en la puerta,
y aun así dicen los ojos de niña triste
que el tiempo es asesino de los abrazos,
que las palabras son polvo de libros.
Dicen que no hay canciones de media tarde
ni películas ni teleseries que cuenten esta historia
cuando se quieren dejar cenizas
el viento las vende a buen precio.
Dicen los pelos perdidos sobre el hombro
que las emociones no duermen
están muertas, encerradas en cajas de piedra
habla esa boca pero no dice palabras
habla un extraño, que me reconoce extraño
que se levanta de los sillones por un beso
habla una boca extraña
que llenó de cemento las arterias
que puso hielo en los dedos
para que no escriban, para que no hablen de las sombras.
Si es por ser asesino,
el asesino de sueños descansa en los arboles
junta leña para el invierno
revuelve los zapatos sobre el suelo
quien es acusado de robar el tiempo, las ideas, los sueños
permanece en el útero,
no ha visto la luz o los cuchillos de los hombres.
Este asesino de ideas, ladrón de sueños
fue condenado antes de pensar en serlo
son los delitos futuros, manchas de humo sobre paredes.
pero el tiempo es caro y desvanece la piel,
hace insensible los ojos, eterniza el silencio.
No pueden ser entendidas las ideas que no existen
no puede ser apreciado el amor que es invisible
como pueden ser verdaderos aquellos ojos que hablan del vacío
aquellas palabras que inventan realidades
que dibujan un mundo a medida de su reflejo.
No se pueden creer niña semejantes atrocidades
no puede ser un espíritu mitad vacío y mitad otro espíritu
no pueden ser el aire y el agua inventos para buscarte
no pueden ser verdad las cosas que aun no se ha inventado.
no existe un ser humano tan testarudo
que no vea si no es a través de tus sueños
como no existe el aire, como no existe el agua
como no existen estas palabras, como no existe yo, como no existe dios.