Sensación de vacío
que oprime, que asfixia,
y que me dice que a veces desear
es menos que suficiente.

Me falta más de lo que pensaba,
me pesa más de lo que quisiera,
y las palabras mueren ahogadas
justo antes de salir.

Y la vida sigue, y el tiempo vuela,
y yo sigo estática, inmóvil en mi esquina,
esperando quién sabe que cosa
con la certeza de que no llegará nunca.

Entonces… que hago? Corro? Grito?
Huyo aún más lejos hasta huir de mi misma,
o lloro hasta secar mis células de dolor?
Sé puede eliminar de un zarpazo el pensamiento?

No puedo llorar… lo intento…
Pero hasta eso me es imposible controlarlo.
Quisiera poder llorar un mar, y así,
de una vez por todas, terminar con esta agonía.

Tal vez el llanto sabe que no será suficiente…