|  Un año más
 
 Otro para el olvido,
 Para la vergüenza y el escarnio,
 Para pedir perdón por los hechos ajenos,
 Para llorar en silencio, la muerte de un Dios,
 Que vino en son de Paz, y fue masacrado,
 Intentó anunciar el Reino de su Padre,
 Y fue tratado como el peor de los esclavos,
 Pudiendo haber eliminado a todos sus agresores,
 Pidió a su Padre que los perdonara, pues no sabían lo que hacían,
 Hay pocos ejemplos de una agresión tan brutal, como infundada,
 Pagó con sangre su bondad y su consideración,
 Aún hoy, a casi dos mil años de su crucifixión,
 Continúa curando, perdonando, salvando y dando prosperidad a aquellos que lo reconocen y lo aman.
 Pero también los descendientes de los despreciables sujetos
 Que lo humillaron y lapidaron, siguen naciendo entre nosotros.
 Son fácilmente reconocibles por sus acciones, sus palabras
 Agresoras, y su aparente impunidad.
 Otro más, y aunque no sea el último, el Reino poco a poco se
 Impondrá sobre los Hombres y los Imperios.
 Un Dios no muere, y tenemos el privilegio de que
 Es nuestro Rey.
 Su Majestad protege a los que le aman o simplemente
 Se consideran sus súbditos.
 Recibe Señor el Amor de los Humanos que te recuerdan
 Por estos días con recogimiento y respeto.
 
 
 
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