Sin anoticiarme al principio
encontré una estrella de mar.
Ella abrió de par en par
el deseado resorte del diálogo.

Ofreció un mapa marino
para viajar a sus confines
y encontrar allí el gesto
atemporal en las olas detenidas.

Regaló los planos del encuentro
que impiden crecer en la derrota.
Matizados con nubes de deseos
ellos fueron a encender a mi partida.

Bordó con alas de sonrisas
los sueños dibujados en palabras.
Permitió unir a los anhelos
y recordar necesidades olvidadas.

Voluntaria de navidad inesperada
preconizó el ser, sus esperanzas.
Con sentido de luz, con melodía
posibilitó sentirse hoy pensado.