No quiero hacerte daño (la explicación)


El amor entre amantes es una ingratitud, un desastre premeditado y a la vez presagiado su destino, pero digno de ser vivido intensamente.
El amor entre amantes es sincero (una incongruencia cierta) con bemoles de verdades omitidas…evidentes… no a la vista del amante que se necesitan creer todo…es el escape a otra vida…la que ya no vivimos y tal vez no viviremos…pero es necesaria para sentirse ser “materia orgánica sensorial” de este mundo.
Apasionados encuentros de oficina…el tiempo y horario se hace y se crea, se moldea a nuestra necesidad de contacto, de besos con un ojo abierto y el otro cerrado.
El amor entre amantes es una terapia froidiana y un cuestionamiento socrático…es un “soy lo que quiero y no quiero ser y nada somos”…
Yo necesito a mi amante y mi amante me quiere a mí…pero no me quiere tener y no me tiene.
Mi amante es la o el del pacto secreto, la o el que no me regula, la o el que no cocina y no grita a los niños, la o el que escucha mis canciones y alaba mis poemas.
Amante significaría etimológicamente “sin amor”…pero cómo no amar a una mujer o un hombre así.
La verdad es que vivir con la amante mataría la esencia y asesinos no somos, además ya pasaría a tener otro nombre (además de bigamia) que otra u otro ya tiene el título.
Por lo demás sería hacernos daño y dañar a los que nos rodean, que no se lo merecen.
En fin…amantes una vez…amantes toda la vida ¿o ya no me recuerdas?.