Las ausencias han inundado tu mirar de espasmos, de vacíos 
De demonios que condenan cada noche la cobardía de tus actos, 
Te duermes cada vez, forzando los párpados hasta desfallecer 
Como intentando escapar del destino de tu propia creación 
De aquel juego de secretos y frases incompletas 
De silencios que se pierden en los rostros de la sordidez y la vulgaridad, 
Te duermes para volver el tiempo atrás 
Te duermes para olvidar, 
Te duermes para olvidarte de olvidar. 
 
 Los recuerdos abandonan tus cristales con una lasitud de sombra 
Se alejan buscando un nuevo destino, una nueva historia 
Han de fundirse solitarios, uno tras otro, entre los dedos del mar, 
Y así, mientras las olas te acunan cual niña extraviada 
Los cielos dibujados, las copas vacías, todo lo olvidarás. 
El ayer será otra frase más de un antiguo cuento 
El letargo de un extraño vagabundo 
Un viejo medio ebrio cuyo nombre no se oirá jamás. 
 
 Despertarás a mirad de una noche pesada, no se adonde, ni cuando 
Sintiendo tu cuerpo más ligero, más tibio, manso 
Con una hoja en blanco frente a ti, aun sin escribir, 
¿Pero de que sirve? Las bestias no tienen manos, no las tenemos 
Lo se yo, somos de la misma raza, tenemos sangre y memoria de animales 
Por eso nos olvidamos, incapaces de aceptar la rabia sumisa y paciente 
Perdonamos, 
Porque el odio si no se grita se vuelve cualquier cosa, temor, lástima, menos odio. 
 
Y quiero pensar que  ya no buscas quitarme la vida 
Que el rencor se a deshecho en el agua 
Que eres la misma, aunque ya seas una persona distinta, 
Y volverás a morir cuando el sol vuelva a crecer, lo sabes, 
La vida te bendecirá en secreto porque eres un ave, y habrás olvidado. 
 
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