Él leía un calendario, creo que de esos que te dan en las micros, el sujeto se encontraba bajo un poste, pero claro, note que leía solamente para aparentar, el esperaba lo que quizás no llegaría, su mente se encontraba en otro lado, construía los sucesos que pasarían si ella llegase a encontrar su mirada perdida, lastima, ella no aparecía. Cuando me acercaba a él, para charlar un momento me arrepentí, quizás no llegaría a mi cita con mi amada,
Le digo amada no porque la ame, sino porque ella recibe mucho amor de ajenos, ajenos que no me interesan, pobres diablos, pobres infelices que jamás tendrán de ella nada. Es mía, amada por todos excepto por mí.
Quisiera ser como aquel parado bajo el poste, que espera pasar a aquella mujer que le quita el sueño. Quisiera ser como aquel hombre enfermo de amor, Pero que sucede? Ya se marcha?... a no solo fue por unos cigarrillos.
Reitero y pongo énfasis, enfermo de amor. Considero que el amor es una enfermedad, pero la mejor de todas. Ya van casi 10 años que no me enfermo de eso, creo que la vacuna era vitalicia, aquella enfermedad de primavera, aquella que pensé que seria eterna, lo bueno que mejoré, pero ahora quiero enfermar nuevamente.
Al ver que la hora se me paso volando, mejor le dije a la amada por todos que pasase a buscarme a mi lugar de trabajo. Se me paso el tiempo pensando en el amor que se desprende del sujeto bajo la luz del poste. En todo caso no es primera vez que lo veo allí, todos los días en que sale de su trabajo tarde la espera pasar…mientras uno lo tiene todo, otros no tienen nada, yo tengo este local de electrodomésticos, una mujer que me ama, en cambio él no parece tener nada, pobre diablo el único motivo que tiene para seguir adelante es lograr su propósito con aquella mujer, la de la mirada frágil.
Puedo notar que la mujer que el enfermo esperaba viene pasando por la calle, lo puedo notar ya que aquel sujeto apagó de inmediato su cigarrillo, se peinó bruscamente, empezó con su tic nervioso, y por lo mas evidente, la muchacha aquella que viene por la calle: es mi mujer