Alguien me dijo que he cambiado, que soy otra, que estoy diferente, que estoy rara, que estoy distinta, que estoy distante. Me encogí de hombros, sonreí, no pregunté si la transformación había sido a mejor o a peor. Sabía su respuesta, y también sabía que es distinta a la mía.

"Es difícil que cambie la vida de una persona sin que cambie quien la vive; los valores de una persona se reflejan en el tipo de vida que lleva" Eso me dijo. Y sin tono de reproche. Y no me importó. Porque sí, estoy distinta, pero simplemente me he dedicado a ser YO por fin.

Y es una pena, porque no siempre llueve a gusto de todos... ahora los nubarrones y sus lágrimas en forma de gotas están a mi favor; está lloviendo a mi gusto, porque yo he hecho que así sea. Sé que estoy distinta, que no soy la misma con la gente que me rodea, pero... ¿realmente importa algo? posiblemente sólo se den cuenta unos pocos que puedo contar con los dedos d una mano. Y mientras tanto, yo estoy bien con mi frialdad, con mi indiferencia. Me protegen.

¿Y ahora qué? ¿Un Adiós o Hasta la próxima vez? ¿Hasta la próxima vez que vuelva a ponerme la máscara que siempre he mostrado?

Ahora sólo Vivo, que no es poco. No analizo cada movimiento de la realidad. Disfruto de la noche y de las oportunidades que me brinda, de los arrepentimientos pasajeros de los domingos, de la locura espontánea, del silencio, de Mi Misma. Me dedico a Mis lágrimas, mías y de nadie más, a Mis problemas, a Mi existencia, a Mis deseos, a Mi cuerpo, a aquello que me apetece hacer en cada momento, a la libertad de no pararme a pensar si lo que hago afectará a este o a aquel.

Porque me he recubierto de hielo, cansada de ser de cera.

Y sí, he cambiado, y me siento bien así. Si me apetece bailar, bailo... si tengo que decir No, lo digo... si sólo quiero vivir, vivo... si tengo que olvidar, olvido... si noto la creciente necesidad de lanzarme, me lanzo... si no me apetece hablar, escucho... si no me apetece escuchar, desconecto... si tengo sueño, duermo... A veces aún me siento mal, porque no quiero hacer daño a la gente que intenta comprenderme, ver en mí la que siempre he sido, aproximarse a mi mundo de cristal, pero yo también tengo demasiadas heridas, y es ahora cuando empiezan a cicatrizar, no quiero que vuelvan a sangrar. Lo siento.

¿Una nueva Bella Durmiente? Quizás sí... para aquellos que siempre vieron a Cenicienta.