|       En  el  cuarto habían  dos camas ,  me asignaron  el de la  derecha,  tenía ese  olor  a esterilización  por  todas partes, todo  era  blanco, la   Señora  Teresa  vestía  de  blanco  y  calzaba zapatos  de  goma celestes. El frio era  presente  desde la  puerta, una  bata  blanca  abrochada a  la  espalda ,  a dormir en medio  de las  tela arañas de la mente. Otila ,Otila decía mientras se me  aparecía  El .En  la  distancia  evidente  que había  entre la  cama  , la  mente  y  donde fuera que lo  estaba  viendo , destellaba una  luz que marcaba  la muerte  del  día. Teresa  aparece en el  cuarto  nuevamente  a  las  dos de la tarde, despierta ¡! Ya  es hora,  no quería  despertar  estaba  el  allí  en medio  de la  nada  Otila ,  Otila .Aun  sentía  frio , una silla  de  ruedas aguardaba   a  los  pies  de la  cama , -estas lista!! Y  pensaba  en  aquel  cuerpo  etéreo  pero  brillaba  como  nunca  antes  lo había  hecho. En  medio  del  traslado una imagen  cruzo  nuevamente  era La  Tue  en presencia  posaba  sus  manos  sobre  mi  vientre blanco y  una  imagen de  espectro negruzco  aparecía  como niebla  y  formaba la muerte . Frio, aun mas  helado  que lo que ya  había  perdido, que lo que ya  se había muerto en mi. Súbase  a la  camilla , ¿cuántos  años  tiene ? dice  otra  mujer mientras   metía  su  lanceta en  mi mano ,¿cuántos  hijos tienes? - tres  y de inmediato  se me  abrió  el vientre  entre   espadas , 5 al derecho  ,5 al  revés y  pasaban  los  naipes en  medio  de los  aullidos  de los perros . ¿Cortadas o ligadas? , cortadas para  asegurarme  que  los  perros  no aúllen mas  en  mi  vientre  y que los  naipes se  vallan  de  mi mente , no  tuvo  cripta ,  no tuvo  tumba, no tuvo  padre, no  tuvo  ,  no  tuvo fue  lo último  que  pensé antes  de quedarme  dormida.
 A las    5  de la  tarde   el  galeno  pronuncio  mi nombre para  decirme   que  debería  quedarme  otro  día mas en medio  de la nada, las  trompas  habían sido  cortadas  y  cauterizadas. Una anemia  aguda  acompañaba  los  perros ,  a los naipes , y  La  Tue siempre  cuidándome.  Una  vela , una virgen  ,acompañaron  el sepelio.
 A  la noche  siguiente  volvió  aparecer   Otila  a  los  pies  de la  cama  ahora  vestía de negro tomaba  de la mano  a una  mujer  morena y  desapareció.
 
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