Cuanta gente extraña, cuantos  rostros ,y cuantos gestos, cuanta nostalgia en cada pasado, en cada piel clara y oscura por el tiempo y lugar que les acompaña.  Ojos intensos, bellos y jóvenes, otros moribundos, opacos  por la edad y el camino. Por allí un bostezo en medio del cansancio, por allí alguien sentado para tomar respiro,acomodando el fugaz recuerdo en alguna esquina,  quizá por alguna imagen, o simplemente para algún suspiro. Es difícil precisar entre tanta gente, entre tanto bullicio, si es que que realmente podrán escuchar su propio ruido, o ver entre sí  su propia imagen. Yo si los veo, los escucho, y me recuerdo en mis instantes pasajeros, mis instantes que se quedaron , y que no sé si aún me acompañarán como a esos extraños. Antes escuchaba mis propios ruidos, ahora escucho el de los demás, antes sentía la intensidad del aroma y la brisa, ahora disfruto el de los demás. ¿me pregunté un dia si debia seguir? , aún espero la respuesta. En fin, me la deberé todavía.  
Antes solía caminar  tan solo con mis dos zapatos, ¡como extraño el volver hacerlo!, antes solía charlar con quién quería, y como disfrutaba el hacerlo. Observar la belleza es una cosa, diferenciar de entre lo que uno ve y escoger entre ellas es otra, pero existe aún otro margen , otro renglón en todo esto que existe y que nadie vé. Yo sí lo veo, lo escucho, y no sé si algún dia esos rostros extraños me podrán ver, o escuchar, pero lo que sí sé , es que deseo escuchar mis propios ruidos, aunque con ello ya no escuche , ni me deleite con el de los demás. 
  |