Y si de verdad me esparzo en tus sentimientos... dejaría deshacer el cariño en un rompecabezas de paz, pero cómo me costaría dejarte intácto e impalpable, encantamiento absorbente y delicioso que me asusta... que manipula el recorrido de las hormonas en mi circulación...
Sólo detente por un rato y dame parpadeos significativos de atención... y empaqueta y nutre de miel mi insípido sueño que se transforma en túnel de incertidunbres solitarias e hiperactivas... continúa dándole color a mis milisegundos de permanencia.
Me marea tu recuerdo y no sé qué es lo que sucede porque la lluvia me envuelve y me lleva a tu ventana empañada de experiencias inútiles y espontáneas de placer y resentimiento... y es ahí hacia donde se dirigen mis huellas.
Quiero despertar de estas ranuras oscuras que ansían el brillo de mis pupilas reflejadas en tantos tonos disparejos; ¿acaso es el cielo tan adicto a la dependencia?... si así es no quiero pertenecer a esa movolidad descontrolada de alarmas vulnerables... tan sólo ansío estaciones bondadosas que me toquen fragilmente la razón y alocadamente la ternura.