Extenso es este mágico universo:
Mi habitación.

Aquí lo vacio, se torna sueño;
Las paredes están siempre en expansión.

Se asoman por el techo los astros,
(Constelados siempre a mi gusto)
Las estrellas fugaces caen sobre el colchón;
Ahora, lunares en las colinas de su piel…

Ella quizás no existe,
Sus alas deben ser recuerdos.

Si Ícaro vuela o se desploma,
Sobre la alfombra;
Soy el dios, que al azar provoca.

Cada soñador, de su mundo es dueño.

¡Vamos naufraguemos juntos!
En aquella isla desierta te hare el amor;
Como se masturba la soledad.

Allí, sobre la mesita…
Arde Troya por la humedad.

¡Pero qué libre me siento encerrado!

El mundo tras la ventana está nublado,
Pronto lloverá sobre mojado.

La vida tras los cristales es gris,
Es la vida hecha de carne y hueso,
De verdad.