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La habían encontrado ahogada en el salón y sin rastro de agua en los pulmones. La autopsia determinó asfixia por inmersión pero tras algunas investigaciones lo achacaron a un ataque nervioso y cerraron el caso.

Una mañana como otra cualquiera entró en mi despacho un hombre alto y bien parecido. Me explicó los pormenores de la muerte de su madre y quiso contratarme inmediatamente. El dinero no era problema y dada mi situación me vino como un whisky sour de los buenos. Empecé por lo de siempre, hablar con vecinos y familiares. Ningún comportamiento extraño en los días previos, nada fuera de lo común.

Ese mismo día habían jugado al bridge en la casa así que fui a hablar con su compañera de partida. Tras dos horas de anécdotas sin importancia pero que uno debe escuchar con fingida atención en este trabajo un detalle llamó mi atención: la señora Dalloway había adquirido recientemente un reloj de cuco en una tienda de antigüedades y según mi interlocutora estaba un poco nerviosa desde entonces. Pensé que no perdía nada por visitar la tienda.

Afortunadamente el dueño recordaba perfectamente el reloj porque era el primer día que estaba a la venta. Quise indagar por su anterior propietario pero si no eres poli la gente tiene muy mala memoria. Me costó 50 dólares quitarle la amnesia. No les aburriré con los detalles de la investigación: el anterior propietario había muerto quemado, solo que no hubo ningún incendio. Otra autopsia sin explicación. Lo más curioso de todo era la hora de la muerte: entre las 12 y la 1 de la madrugada. Exactamente igual que la señora Dalloway.

Y la anterior propietaria también había muerto en extrañas circunstancias: shock anafiláctico por alergia a las avispas. Ninguna picadura en el cuerpo. ¿Adivinan la hora? De nuevo entre las 12 y la 1. ¿Qué les pasaba a esas personas en ese intervalo? ¿Y qué pintaba el maldito reloj? Solo había una forma de contestar a esas preguntas.

Hablé con mi cliente para contarle los avances en la investigación y mi teoría al respecto. No le parecí muy cuerdo pero reconoció que su madre le tenía aversión al agua y que le horrorizaba morir ahogada. Finalmente convino de mala gana en venderme el reloj por un simbólico dólar. Cuando llegué a casa lo coloqué en la pared del comedor y tras un exhaustivo examen me pareció un reloj de lo más normal.

Cené sin apetito y me senté a esperar hasta que llegó la medianoche. El corazón me latía a mil por hora pero tras doce apariciones del pajarraco no sucedió nada. Pensé que tanto whisky no me había beneficiado en mis fantasiosas conjeturas y entré en una especie de sopor relajante. Perdí la noción del tiempo hasta que súbitamente el cuco empezó a salir, no una vez como correspondería sino dos, tres, cuatro veces… Mentalmente iba contando mientras el miedo me paralizaba hasta que el cuco salió por decimotercera vez. Lo vi proyectarse hacia mí sacando obscenamente su lengua y con esos enormes ojos de carbón ardiente, cada vez más grandes, aterradores…

De repente escuché un terrible crujido que me provocó la peor jaqueca de mi vida y caí al suelo. Cuando pude incorporarme observé la ventanita del reloj abierta. El cuco colgaba de la misma con la cabeza torcida y la lengua asomándose de su pico desencajado. Como pude salí a la calle y encendí tembloroso un cigarrillo al fresco de la noche.

Seguramente se preguntarán por qué no me pasó nada. Supongo que mi mayor miedo siempre ha sido el no poder resolver un caso…


Participante en Reto Fantástico IV

Texto agregado el 23-03-2011, y leído por 536 visitantes. (18 votos)


Lectores Opinan
30-05-2019 Genial ElGato
13-11-2015 Impresionante. filiberto
07-12-2013 Aaaah!!! Qué bueno!!! Sería una versión moderna del cuento de Juan sin Miedo. Me ha gustado muchísimo, muchísimo, por ser de esas cosas que no anticipas el final. Brillante. Un abrazo ikalinen
12-04-2011 Muy bueno. El argumento genial. Las descripciones exactas y todo narrado en pocas y certeras palabras. Felicitaciones. zumm
06-04-2011 Muy bueno Walas, Qeu bien narrado. Y la historia: ¡Buenísima! Felicitaciones. ********* tequendama
01-04-2011 Todo bien. Sólo una sugerencia, casi al final, la línea que se dirige al lector para cuestionarlo hace que pierda fuerza. Esa interrogante pudiera quedar mucho mejor si fuera una reflexión propia del personaje con su respectivo asombro o conmoción. jjllg
01-04-2011 EL cuco en méxico es ese personaje informe con que se asusta a los niños, pero no creo que se trate de eso. Intuyo que aquí se refiere al pájaro cucú. jjllg
30-03-2011 Un cuento ingenioso, describes muy bien el ambiente y el personaje. A medida que avanzaba me iba preguntando cómo lo terminarías, y finalmente te las arreglaste sin problemas, aunque pienso como Pielfria que no hubiera sido mala la idea del relato hecho por un muerto. loretopaz
25-03-2011 Por un segundo creí que le temía a los “besos franceses” jajajaja! Excelente remate! Capo!!!! elnegrohinojo
25-03-2011 qué excelente, como siempre. tumbasdesal
24-03-2011 muy bueno walas, aunque el terror y el misterio no sean mis géneros preferidos me llevaste de la mano.********* shosha
24-03-2011 El final habría sido mejor que lo hubiese contado un muerto, fallecido en la hora trece por el maldito reloj, pero, en fin, es cuestión de gustos. De todas maneras, me gustó mucho el estilo y ese ambiente que le das de consumado detective a lo Marlow. Bien y gracias por darle sabia a la literatura. Pielfria
24-03-2011 El cuco de la muerte, bien podría llamarse así este extraordinario relato. Abrazos. josef
23-03-2011 Excelente relato, muy bien logrado. Mantiene el interés, tiene la cuota justa de suspenso bordeando los límits del terror, las descripciones son muy buenas, se pueden visualizar las imágenes y el final impecable. Me encantó. Mis***** Beticita
23-03-2011 Excelente relato!!! Mis felicitaciones. Da para una película, amigo.***** MujerDiosa
23-03-2011 Notable muestra de creatividad ante una consigna no demasiado inquietante en su contenido. Y el horror que convoca una hora inexistente en los relojes humanos, relatada con oficio y singularidad. Salú. leobrizuela
23-03-2011 Muy interesante relato, con intriga y buen final.***** miriades
23-03-2011 Me gustó la historia, que por cada muerte se dieran dictámenes incoherentes con las circunstancias. El final insólito, qué vergüenza que ése sea el mayor miedo de un detective. Me sorprendió y para bien. aberas
23-03-2011 ingenioso y bien narrado tanitani
23-03-2011 Muy bueno, dentro del tinte de lo que te gusta , felicitaciones!!! =D mis cariños dulce-quimera
23-03-2011 Muy bueno, bien el tinte en q dulce-quimera
23-03-2011 ingenioso como siempre mi walitas!!! gran historia de misterio... nuestros miedos son nuestros peores enemigos... eso si es seguro... un abrazo esquizofrenica
23-03-2011 Indudablemente, un buen desempeño en la "novela negra". De aquí en más, el reloj de cucú, que pensaba comprar para poner en la sala de mi casa, mejor veré de regalárselo a mi suegra. (Aunque lo más seguro es que el "pajarito" ni se atreva a salir del reloj). Muy buen relato, Eddy, como siempre. Catman
23-03-2011 Envolvente...5* VincentValmont
23-03-2011 Bien !!! La obsesión profesional venció al destino siniestro. Buen relato abulorio
23-03-2011 Un magnífico relato de suspenso, digno de antología. Me encantó. susana-del-rosal
23-03-2011 Genial recreación del ambiente canalla de los detectives privados. Me recuerda a aquel magistral Harry Angel del Corazón del Ángel. Lo único que no me convencía era el final, que se me antojaba demasiado burlón para la atmósfera conseguida. Egon
 
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