Tus pies abonan los pastos,
Huellas de primavera;
Aunque sea invierno
Y aunque vuelas,
Crecen jazmines tras tus pasos.
Es tu alma una fiera ardiente
Con colmillos de mariposa,
Ondas que embriagan de vida,
Un remolino de pétalos danzando
Naciente con cada aurora.
Barcos que se alejan por tu mirada,
Se adentran en tus pupilas
Entre eclipses de luna
Y soles de los ocasos.
Yo quisiese ser tus brazos,
Esos con los que tocas tus ternuras,
Esos que sudan gardenias al viento,
Esos que son llaves del paraíso
Mientras te pintas los labios.
Tus labios con ángeles colgando,
Jaula inmortal del beso,
Panal de abejas con sal,
Manantial de emociones
Y aviones del paradisiaco aliento.
Si te deshojas,
Chopin te adorna melodiosamente,
Tierna me musicalizas el pensar,
Te nacen arias de tu vientre.


Y siglos después, te recuesto en papel
Como un puzles de amor,
Y te construyo con mis dedos.