Que la mano que toca la guitarra
sea la misma que guíe
el corazón en la noche.
Que el oído sienta
cuando el amor va a regresar
después que se ha perdido en la oscuridad.
Que el olfato lleve
al cuerpo tantas veces deseado
y cuando lo encuentre
lo vuelva a atrapar con su aroma temporal
de flores y fragancias
que tarde o temprano se volverán a marchitar,
pero el amor en el alma
no se volverá a desvanecer
como la neblina encima del volcán.
Que los ojos que miran el planeta
sean una extensión de la imaginación
y te lleven a todos los mundos posibles,
sólo cuando se haga posible lo imposible
ha llegado la hora de comenzar a cantar.
Que tu piel se fusione con mi piel
y seamos uno solo en el verso y el universo
para recorrer el mundo sin mirar atrás.