Haz conmigo una excepción y llévame a ese lugar sin nombre.
Prefiero creer que nunca fuiste real y que siempre te tuve escondida.
En aquel rincón abandonado del patio donde se encuentra
La bicicleta oxidada yace sin vida el beso que te robe,
Pero no tiene los colores ni el aroma de ese día en que sin saber
Robaríamos un pedazo de una fotografía que hoy, mas tarde,
He preferido quemar y dar como comida a los gusanos del parque.
Te pido que en ese mismo lugar exijas ese beso para quedártelo
Y no tener más la sombra muerta del ósculo insípido que hemos dejado morir
Y agonizar por culpa de nuestra estupidez disfrazada de reloj sin minutero.
Ahora en medio de nada y rodeado de toda tu presencia inútil
Entierro mis labios para quedarme callado y no esperar más
Los sueños húmedos que un día me atreví a escribir en tu cuello manchado.