| Domingos sonoros en silencio
 
 
 Recordando aquellos días domingo,
 Aquellas mañanas de aquellos días
 Distintos, festivos, sin colegio,
 Sin ruidos, los ruidos de la
 Movilidad exterior, cotidiana,
 Los sonidos de la casa que,
 Por arte de magia en Domingo
 Desaparecían, nadie trasteaba
 En la planta baja preparando
 Desayunos para catorce.
 
 Y, sobre todo, mamá no ejercía
 De despertador, el maravilloso
 Despertador que era ella,
 En la planta baja tocando
 Nocturnos o sonatas de
 Chopin, su amado y admirado
 Pianista.
 
 Si, mamá con la
 Dulzura de sus manos,
 Era nuestro despertador,
 Cuando, los días de diario,
 Habíamos de asistir al colegio.
 
 Tampoco su mágico despertador
 Sonaba en día Domingo.
 Todo era un silencio
 Lleno de fantasía, y, mí
 Mente no sabía que pasaba.
 
 Era por todo ello y por mí
 Obsesión con la incomprensión
 De la realidad, tal vez, que
 En tales días me pitaban los oídos.
 
 
 Aguadulce, mayo de 2011
 José María de Benito
 
 
 |