Lo llaman poesía



En un lugar de mi mirada
Aparece, sin pretensiones,
Eso que llaman poema.

Se ha conectado con mi mente.

Ha dejado una imagen
Y un estado con forma de
Entelequia.

He podido ver, al leer,
Que ese obsequio viene, además,
Cargado de libertad,
Pues cada vez que lo releo
Me brinda la oportunidad de,
Siendo yo el intérprete,
Obtener un resultado nuevo
En cada ocasión,
Deleitándome siempre
Con la belleza de lo leído
Y el disfrute único de
Cambiar de tono, a mi parecer,
En cada compás.

El resultado fantástico no es otro
Que tener la oportunidad de
Hacer una sonata distinta cada vez.

Y que durará para siempre.


Aguadulce, abril de 2008
José María de Benito